miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿DIOS ES UNA OPCIÓN?


Son las 1:43 h del 8 de Septiembre de 2010. Mañana volveré otra vez a la oficina. No quiero llamarlo trabajo porque no lo siento como tal. Mi "alma" campa por otros parajes. Y en éste preciso instante, es cuando me martillea la cabeza una idea que tenía que volcar en letras, no había más remedio. Cada vez que dejo escrita una entrada en el Blog “Dios de Baja” no dejo de preguntarme en qué medida influyo en alguien para que deje de creer en Dios. Deseo que sea en las menos posibles. ¿Sorprendid@s? Me explicaré.
Siempre me ha asombrado la necesidad del ser humano de creer en Dios. No existe ninguna evidencia física ó no física de la existencia de ese ser tal y como nos lo definen en cualquier sagrada escritura. Nada ni nadie puede afirmar que lo ha visto, le ha estrechado la mano ó ha departido con él mientras bebían café ó un whiskey “on the rocks”. Ni siquiera que lo hayan visto levitando con las crines al viento sobre una nube rodeado de angelotes regordetes.
No hay evidencias de ningún tipo y sin embargo muchas personas necesitan de su existencia. ¿Porqué? Después de mucho reflexionar sobre ello, llego a la conclusión de que si Dios no existiera alguien lo habría inventado, de hecho (de alguna manera) así ha sido.
¿Qué sería de la vida sin la magia? ¿Qué sería de la vida sin la esperanza ó sin la ilusión en que alguien aplicara verdadera justicia? No voy a ser precisamente yo quién quite esa ilusión. Nunca me lo perdonaría.
Llevo tiempo reflexionando sobre ello y creo que Dios representa la última frontera mágica que le queda al ser humano, lo único que resta para que caigan las barreras y la razón se alce victoriosa sobre los rescoldos de lo que fue un titán de los cielos. Ahora me pregunto…¿Qué pensaría un griego del siglo I, ó un romano cuando observó a su ristra de dioses cayendo de los pedestales para dar paso a un solo dios? ¿Fue el fin del mundo? No. Resultó un nuevo mundo.
Ahora está naciendo otro mundo. En éste nuevo mundo, Dios es una opción. Una opción que nace de la reflexión sincera ante la evidencia de que nunca va a venir para echarte una mano, ni nada parecido. Es evidente que nada invita a creer en su existencia, pero sin embargo opto por creer, digamos que es una necesidad vital, un refugio interior que necesito como contrapeso ante las adversidades del mundo real. Por supuesto no con los atributos con que lo revisten las religiones.
Y entonces…¿Porqué carajo hago yo (Dios de baja) todo esto? Pues porque no puedo concebir un dios tan mezquino como lo pintan las religiones. No deseo consentir el engaño. Ha llegado el momento de superar esa visión simplista de Dios y creo que también a las religiones. No son necesarias y representan más obstáculos que ventajas en la evolución del ser humano. Representan un mensaje obsoleto, casi ridículo y trasnochado de respuesta ante una necesidad humana. Tuvieron su lugar, tuvieron su oportunidad y la naturaleza los ha seleccionado para la extinción. Quedarán como una reliquia entre las muchas que muestran los museos. Continuarán existiendo como corporaciones empresariales, porque tienen mucho poder económico y manejan cantidades importantes de dinero. Pero carecen de sentido espiritual y el mundo dará un paso de gigante cuando se libere de ellas. ¿Cómo será la transición? Será pacífica y sin pausa, sin rencor, sin frustaciones. Van a languidecer, como así se está demostrando en los templos vacíos y en las iglesias sin uso ahora dedicadas a usos culturales. Monasterios que se venden para hoteles de lujo y los otrora nutridos seminarios y residencias, ahora vendidos para colegios privados. Puede que si el problema del trabajo precario persiste, aumenten algo las nuevas vocaciones pero es un descenso lento hacia el fin.
El mayor problema lo tienen las propias religiones en su interior. Sus estructuras de poder van a exigir un alto precio y se desintegrarán atacando todo cuanto esté a su alcance.
Tienen los días contados y por mucho que intenten dar una apariencia de lo contrario, saben muy bien que todo está próximo a finalizar, simplemente porque han dejado de ser útiles a la humanidad. Es el principio de selección natural (que tanto les divierte). Pero Dios no tendrá su fin en éste paso. Se despojará de la hojarasca que lo ha acompañado durante siglos y pervivirá, porque es un necesidad interior de las personas.
Por eso el dios que sigue y seguirá de baja sine díe es el religioso y por mucho que quiera no se le va a dar el alta. El médico que lo lleva no lo deja. Que así sea, Amén.

No hay comentarios: