El vaticano no gana para sustos. Que si en Bélgica los prelados, presbíteros y clérigos han estado liándola parda durante un buen puñado de años, metiendo mano a los tiernos infantes que caían en sus santas manazas.
Que si Stephen Hawking anda metiendo el dedo en el ojo del negocio insistiendo en que dios estaba ya de baja cuando empezó esto del universo, casi ná…¡vaya! Casi ná, ha dicho el mozo. ¿Por qué no nos dejarán apacentar a nuestro rebaño en paz? Gritaban como posesos por los pasillos vaticanos los augustos cardenales en honorables calzas, según fuentes fidedignas. Y es que llevan santa razón en su queja los prelados. ¿Es que no los pueden dejar tranquilos por una temporadita? Al parecer los niños que sufrieron abusos en Bélgica no paran de quejarse los muy malditos, dicen que eso es algo que no se olvida y que los responsables merecen castigo terrenal. En el vaticano han refunfuñado e impondrán una reprimenda a los que cometieron tales felonías, como hicieron con Marcial Maciel, alias el “legionario de Cristo”, imponiéndoles un paciente retiro de la vista pública. Todos contritos, contritos. Pucheros, ojitos gachos, manitas cruzadas, contrición, arrepentimiento y todo ello aliñado de unos sonoros golpes de pecho con rezo de Padrenuestros y rosarios ¡Y pelillos a la mar! ¡Que una mala tarde la tiene cualquiera!
Pero no salen de un susto y llega otra vez la ciencia, esa maldita impía (según rechinan entre dientes algunos reverendos) y vuelve a soltarles un flagelazo en plenas fauces. ¡Ayyyyyyy! ¡Qué ese si duele pater!...¿Pero porqué no meten ojo en sus microscopios, telescopios, átomos, cuerdas, universos y nos dejan en paz con nuestra empresa?, han argumentado varias diócesis y varias prelaturas personales de su augusta santidad. ¡Estos terminarán por cepillarse el invento! ¡Verás tú!, gritaba un prelado por los pasillos vaticanos el pasado viernes 3 de septiembre.
Y es que Stephen Hawking, otrora defensor de la existencia de una mano creadora (Breve historia del tiempo, 1988), ahora se desdice y viene a afirmar junto con el físico y matemático estadounidense Leonard Mlodinow en su libro “The Grand Design” que la moderna ciencia no deja lugar a la existencia de un Dios creador del Universo. Todo es consecuencia de leyes físicas y que se está próximo a una teoría unificada que explique todos los fenómenos que configuran el universo ó multiverso como también afirman.
Y es que dios, al dictar el génesis bíblico al manuscritador, se olvidó de dar más detalles sobre como forjó el universo, para que fueran garabateados sobre los papiros. ¡Vaya olvido pardiez! ¿Y el rebaño de otros mundos, incluso de otras realidades paralelas? ¿Serán también depositarios de la buena nueva? ¿Depositarán sus contribuciones dominicales en cepillos santorales? Y la institución terrenal si saberlo…¡A lo mejor pueden venir vocaciones de otros mundos! ¡Venga excursiones para ver reliquias allende los cielos! ¡Que incógnitas tan terribles nos asolan en éstos momentos tan críticos para la economía, puñetas!
La egregia institución ha salido rápido a dar su (como siempre) fundada opinión sobre el caso. El argumentario esgrimido por la curia procede de la boca del arzobispo de Oviedo y rebate a Stephen Hawking afirmando que "existe Dios y la vida lo sabe". ¡Hermosos efluvios doctrinales penetran en mis sanginolentos fluidos! ¡Divina providencia la que nos hace disfrutar de tan consistentes argumentos! ¡Qué haríamos en el rebaño de dios sin éste alimento espiritual!
El arzobispo continúa argumentando: “no creer en Dios o afirmar que no existe, cuesta creerlo."
Digo yo que para creerlo sin que nos cueste nada podría la vida mostrarnos una prueba consistente, ya que ella parece saberlo, como así lo afirma seguro el arzobispo. ¿Conoce usted a la vida, Sr. Arzobispo? ¿Me la presenta por favor? ¡Ah! ¿Que no ha podido venir hoy?…bueno no se preocupe, lo entiendo.
Prosigue el vocal de la curia : "Basta tener las antenas bien puestas y la cobertura suficiente para entender que Dios está, emite, tiene algo que decirnos, mucho en lo que acompañarnos, y con su acostumbrada discreción él está presente".
Para algunos está claro que vivimos en zona sin cobertura, porque a nuestras antenas móviles no llega señal. Será, a lo mejor, porque el altísimo es ¡tan discreto! ¡Tan discreto que no parece que esté! Claro es tan discreto…Sr. Arzobispo ¿deberíamos llevar las antenas empalmadas en las orejas, para tener más cobertura? ¿Con brida plástica ó con cinta americana? ¿Nos las implantamos con cirugía teologal? Alúmbrenos nuestro pobre camino, usted que cuenta con potentes faros en su purpurada carrocería.
"Es el creador del Universo, desde hace mucho tiempo", apuntilló el arzobispo de Oviedo. "Hawking, como cualquier paisano, puede decir la suya —su verdad—, y él la dice, pero tiene que comprender que también otros la pensamos distinta, y además podemos argumentarla", concluyó Sanz Montes.
Lástima que la ciencia trabaje con datos demostrables y con las diabólicas leyes físicas que permiten su comprobación. ¡Obra satánica donde las halla! Si es que ya lo dice el libro sagrado ¡No comerás del árbol del conocimiento! Normalmente las leyes físicas distan mucho de ser opiniones, pero aún así intentaremos desde éste humilde blog intentar pedir explicaciones a mr. Hawking sobre si las leyes opinan hoy otra cosa que ayer, a lo mejor nos llevamos una sorpresa. ¡Qué caramba!
Dios…a que observando el panorama ¡Tú lo que no quieres es pedir el alta!...¡Así va éste país! Ni dios quiere apencar, to er mundo de baja. (Vociferan con la cara henchida en sangre los social-demócratas cristianos modernos ¡Aquí no se pone de baja ni dios! ¡Panda vagos!).
P.D. La semana que viene ¡LA HUELGA GENERAL!
Pero no salen de un susto y llega otra vez la ciencia, esa maldita impía (según rechinan entre dientes algunos reverendos) y vuelve a soltarles un flagelazo en plenas fauces. ¡Ayyyyyyy! ¡Qué ese si duele pater!...¿Pero porqué no meten ojo en sus microscopios, telescopios, átomos, cuerdas, universos y nos dejan en paz con nuestra empresa?, han argumentado varias diócesis y varias prelaturas personales de su augusta santidad. ¡Estos terminarán por cepillarse el invento! ¡Verás tú!, gritaba un prelado por los pasillos vaticanos el pasado viernes 3 de septiembre.
Y es que Stephen Hawking, otrora defensor de la existencia de una mano creadora (Breve historia del tiempo, 1988), ahora se desdice y viene a afirmar junto con el físico y matemático estadounidense Leonard Mlodinow en su libro “The Grand Design” que la moderna ciencia no deja lugar a la existencia de un Dios creador del Universo. Todo es consecuencia de leyes físicas y que se está próximo a una teoría unificada que explique todos los fenómenos que configuran el universo ó multiverso como también afirman.
Y es que dios, al dictar el génesis bíblico al manuscritador, se olvidó de dar más detalles sobre como forjó el universo, para que fueran garabateados sobre los papiros. ¡Vaya olvido pardiez! ¿Y el rebaño de otros mundos, incluso de otras realidades paralelas? ¿Serán también depositarios de la buena nueva? ¿Depositarán sus contribuciones dominicales en cepillos santorales? Y la institución terrenal si saberlo…¡A lo mejor pueden venir vocaciones de otros mundos! ¡Venga excursiones para ver reliquias allende los cielos! ¡Que incógnitas tan terribles nos asolan en éstos momentos tan críticos para la economía, puñetas!
La egregia institución ha salido rápido a dar su (como siempre) fundada opinión sobre el caso. El argumentario esgrimido por la curia procede de la boca del arzobispo de Oviedo y rebate a Stephen Hawking afirmando que "existe Dios y la vida lo sabe". ¡Hermosos efluvios doctrinales penetran en mis sanginolentos fluidos! ¡Divina providencia la que nos hace disfrutar de tan consistentes argumentos! ¡Qué haríamos en el rebaño de dios sin éste alimento espiritual!
El arzobispo continúa argumentando: “no creer en Dios o afirmar que no existe, cuesta creerlo."
Digo yo que para creerlo sin que nos cueste nada podría la vida mostrarnos una prueba consistente, ya que ella parece saberlo, como así lo afirma seguro el arzobispo. ¿Conoce usted a la vida, Sr. Arzobispo? ¿Me la presenta por favor? ¡Ah! ¿Que no ha podido venir hoy?…bueno no se preocupe, lo entiendo.
Prosigue el vocal de la curia : "Basta tener las antenas bien puestas y la cobertura suficiente para entender que Dios está, emite, tiene algo que decirnos, mucho en lo que acompañarnos, y con su acostumbrada discreción él está presente".
Para algunos está claro que vivimos en zona sin cobertura, porque a nuestras antenas móviles no llega señal. Será, a lo mejor, porque el altísimo es ¡tan discreto! ¡Tan discreto que no parece que esté! Claro es tan discreto…Sr. Arzobispo ¿deberíamos llevar las antenas empalmadas en las orejas, para tener más cobertura? ¿Con brida plástica ó con cinta americana? ¿Nos las implantamos con cirugía teologal? Alúmbrenos nuestro pobre camino, usted que cuenta con potentes faros en su purpurada carrocería.
"Es el creador del Universo, desde hace mucho tiempo", apuntilló el arzobispo de Oviedo. "Hawking, como cualquier paisano, puede decir la suya —su verdad—, y él la dice, pero tiene que comprender que también otros la pensamos distinta, y además podemos argumentarla", concluyó Sanz Montes.
Lástima que la ciencia trabaje con datos demostrables y con las diabólicas leyes físicas que permiten su comprobación. ¡Obra satánica donde las halla! Si es que ya lo dice el libro sagrado ¡No comerás del árbol del conocimiento! Normalmente las leyes físicas distan mucho de ser opiniones, pero aún así intentaremos desde éste humilde blog intentar pedir explicaciones a mr. Hawking sobre si las leyes opinan hoy otra cosa que ayer, a lo mejor nos llevamos una sorpresa. ¡Qué caramba!
Dios…a que observando el panorama ¡Tú lo que no quieres es pedir el alta!...¡Así va éste país! Ni dios quiere apencar, to er mundo de baja. (Vociferan con la cara henchida en sangre los social-demócratas cristianos modernos ¡Aquí no se pone de baja ni dios! ¡Panda vagos!).
P.D. La semana que viene ¡LA HUELGA GENERAL!
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