miércoles, 23 de diciembre de 2009

HAY QUE VER LO QUE DA ESE PRODIGIOSO CEPILLO...(Parte I)

El Papa momentáneamente cegado por un mal viento mundano. Cosas de la crisis.

Ahora que es Navidad no hay mejor momento para hablar de dineros que éste. Y es que hay que ver lo que multiplica el cepillo los dineros eclesiales, tanto que yo me voy a pedir uno para los Reyes Magos, pero no se lo digan a nadie.

En el rebaño de Cristo desde sus más piadosos orígenes, se enfrentaron dos corrientes que acabarían coexistiendo a la fuerza, de la mejor manera posible. Eran las dos caras de la misma moneda ó si se prefiere, los dos polos del mismo imán. Vamos, como hoy en día los de izquierdas y derechas, del Sevilla y del Betis, Madrid y Barcelona, Oxford y Cambridge, Zipi y Zape, la polaridad, etc, etc. Una corriente era fiel al mensaje de pobreza y entrega al más necesitado, en donde no había suficientes lugares en aqueste perro mundo para dejarse los pellejos, dando la cara por los desarrapados que precisan de aferrarse a una tabla de salvación. Eran y continúan siendo los herederos de Jesucristo el esenio, el del mensaje desprovisto de ropajes y florituras, el que ayuda sin pedir nada a cambio, sobre todo a los que lo necesitan para buscar dignidad, no caridad. Eso sí, con una mano predicaban un tierno mensaje y con la otra, sin darse cuenta ó al menos eso debemos pensar, acababan con la esencia de los pueblos integrándolos de paso en la nómina de los sometidos al gran sacro imperio. Nos surge la pregunta ¿Por qué se dejaron convencer tan rápidamente? Pues, porque no tuvieron más opciones. Era conversión ó …..Pero eso es otra historia.

Hubo otra corriente del cristianismo, la triunfadora a lo largo de la historia y que entendió el mensaje como una oportunidad de negocio y de implantar un orden convenientemente acoplado con el poder establecido. Esta corriente desde un primer momento comprendió el alcance de un mensaje nuevo (en su época) y que habría de cambiar la faz de occidente. Con la precisión digna de un relojero suizo trazaron un plan de inserción en los poderes terrenales y por ende en la acumulación de poder y de riquezas. Desde entonces, aproximadamente siglo II y hasta hoy, su largo brazo se ha extendido por allende pudiera.

Analizaremos la escasa arraigambre, de ésta corriente, con la pobreza original del “maestro” y de los primeros seguidores, no en vano han seguido fielmente aquél otro mensaje de la parábola de la multiplicación de los talentos. Hoy sin duda tienen mucho más que cuando comenzaron el penoso caminar en el valle de lágrimas recolectando peces en Tiberíades. En esto han sido fieles al Gran Jefe.

Hoy la Iglesia acumula riquezas de valor incalculable y en ellas, no consideraremos los monumentos como catedrales, iglesias y demás, que son patrimonio de toda la sociedad a razón de lo que perciben del erario público por su “conservación y mantenimiento”. Está claro que son un patrimonio de todos/as y que además proporcionan beneficios a toda la sociedad. Además son una parte indisoluble de nuestra historia, como la mezquita de Córdoba y la Alhambra.

Vamos a referirnos a los más preciosos dineros, contantes y sonantes. Desde los que se perciben del cepillo, de la colecta dominical, subvenciones, conciertos asistenciales y educativos, declaración anual de la renta, accionariado en empresas constructoras, bancos, cajas de ahorros, inversiones bursátiles y exenciones de impuestos. Un poco más y nos sale un santo rosario de métodos recaudatorios. ¡Catorceavo misterio, de cómo aligerar la bolsa de la feligresía y multiplicar los talentos!

Pero la acción recaudatoria se vertebra en innumerables asociaciones benéficas, órdenes y congregaciones religiosas, institutos de vida consagrada, instituciones y por fín el tronco materno del invento, la santa madre iglesia a través de sus curias episcopales, arzobispados, parroquias, cabildos catedralicios, diócesis, entidades, fundaciones religiosas y lo que te rondaré morena.

La santa madre iglesia es accionista: Cajasur de Córdoba, Caja de la Inmaculada de Aragón, Caja Círculo de Burgos, Cajasol de Huelva y Sevilla y Banco Popular.
Hasta su disolución en el año 2008 era accionista a través de Umasges, una sociedad del tipo SICAV (tributan sólo un 1% sobre los beneficios) creada para las inversiones accionariales en Telefónica, Inditex (Zara), Endesa, BBVA, Indra, Mapfre, Altadis, la constructora Detea, Repsol YPF, Banco Santander Central Hispano, Campofrío, Sos Cuétara, Ebro Puleva, Fadesay, Zeltia, La General Motors, Fiat, IBM y Disney. Estas cuatro últimas corren a cuenta de la Santa Sede. La cartera de valores gestionada a través de Umasges obtuvo unas plusvalías, en el año 2006 de 304.000 € según datos de la CNMV. Umasges llegó a controlar participaciones en bolsa valoradas en más de 10 milloncejos de euros en la última década.

A través de otras SICAV denominadas Vayomer y BI Grand Premiere (según datos del año 2006) poseía una cartera de valores hasta el año 2008 con acciones en Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Santander y Telefónica. También en valores bancarios extranjeros como Allianz, BNP Paribas, Royal Bank of Scotland o Lloyds. La Iglesia es la accionista mayoritaria en la Mutua Umas. Pero ahora y con la crisis arremangándose los puños, las otrora rentables sociedades de inversión han debido echar el cierre, sin duda por la intervención de la larga mano del maligno, que ha querido soliviantar la multiplicación de beneficios por la actual crisis financiera.

Ahora la diversificación del patrimonio eclesiástico se ha refugiado en la renta fija y más reducida en la variable. Es el olfato divino sin duda, que asesora con singular precisión y piadosa devoción. Aunque el olfato anda algo desnortado y si no que se lo cuenten a los impositores de Cajasur, otrora joya de la corona obispal cordobesa y hoy desamparada de la mano del Altísimo y objeto de la rifa más mundana. Porque ésta caja está en proceso de fusión por una ¡Gestión Divina!, sin duda alguna. (continuará....)

jueves, 17 de diciembre de 2009

¿POR QUÉ DOBLAN LAS CAMPANAS?

El noticiario vaticano no para de echar humo, blanco por supuesto, ante la avalancha de noticias que les llegan desde su estado-hermano-hispano. Día sí, día no, éstas noticias, se van haciendo más habituales que Ronaldo en los telediarios. Partes en la radio, conversaciones, corrillos y comadreos no dejan de traer y llevar sobre comentarios, dimes y diretes de los delegados y representantes de su Santidad y por divina delegación, de Dios mismo. Y es que Dios, al estar de baja, (tesis que mantiene éste humilde blog), delega y delega hasta que el rebaño marcha ya desperdigado por esos andurriales que el mismo ha creado.

Su misma santidad va lanzando anatemas sobre crucifijos, crucimóviles, genética sanitaria, huevos y cigotos. Sus purpuradas eminencias dale que te dale contra cívicas asignaturas de educación en las aulas. Pareciera que las huestes del Altísimo, del Omnipotente, del Omnisciente, han emprendido una nueva cruzada contra el Maligno encarnado en la figura de ZP y sus muchach@s y de paso contra los que anden menudeando por detrás.
Pero hay un hecho que destaca sobre los demás por su acusada piedad hacia un anónimo desfavorecido. En Jaén, también pagos de nuestro Señor, un vecino aquejado de tímpano débil que vive junto a la catedral, hace años tuvo la ocurrencia, de denunciar el “altísisimo” ruido con que la llamada a maitines, tercias, sextas y nonas hacía el obispo cuando echa las campanas al vuelo. Y vámonos que nos vamos, el caso es que tras muchas instancias, demandas, recursos y aburridas gestiones ante eso que llaman administración de justicia (no la divina, esa sería otra), pues ha ganado y le dan la razón al buen señor. ¿Cómo? Sí, que ha ganado el juicio contra las huestes divinas. Pero, ¿por qué Dios no ha buscado un gabinete jurídico mejor? ¿Es que no tiene donde elegir? ¿Es que no conocía en su suma y eterna sabiduría lo que se iba a sentenciar? Complejas y sesudas cuestiones que como siempre nos abrasan nuestras cortas y limitadas entendederas.
El caso es que lo que no puede la justicia, los cruzados de Cristo van como en Fuenteovejuna, todos a una, y se pasan por el “arco del triunfo” la terrenal sentencia. ¿Por qué? Pues por una buena razón, porque los campanazos son una vetusta y abigarrada tradición ibérica. ¿Y qué son las tradiciones? Pues un rito transmitido de generación en generación. Y digo yo que cuando los paganos creían en el César romano ó en el brujo de la tribu, ó en la piedra hincada, esto es antes de que llegaran los cristianos, habría otras tradiciones como golpear un cencerro ó hacer una hoguera. ¿Y si un romano “hibernado” nos pudiera visitar hoy día? Seguro que diría ¡Coñum y la imagen del César Augusto! ¿Qué no hay matanza de gladiadores, que no hay sangre humana desparramada por el coso? ¡Pos vaya aburrimiento!


¿Y cuando llegó Al-Andalus?, pues en ocho siglos daría lugar a consolidar otras costumbres. Esa es la magia divina en éste florido vergel que es su viña (¡la de Dios, claro!).


Pero ahora la costumbre es la del tañer de campanas, que por cierto escasa repercusión tiene entre la feligresía, que en tan flaco número acude a la audiencia del sermón correspondiente. ¡Pero es que la tradición que mantienen a macha y martillo algun@s feligres@s va en contra de la ley del hombre! ¡Complejo dilema! ¡Dios envíanos sabiduría para desfacer éste nudo de Ariadna! ¡Peregrinaremos fincados de hinojos a Fátima si hace falta!


¡Ni nudo ni gaitas! ¡A escuchar las campanas y no se hable más! A doblar, a doblar, ¡Qué hermoso cuando doblan a difunto! ¡Qué febril infusión de sobrenatural y espiritual alegría nos embriaga, pardiez!


¡Dios deja ya la baja y crea una divina comisión de angelicales asesores para que elijan con más acierto los gabinetes de abogad@s!

sábado, 28 de noviembre de 2009

LA EXISTENCIA EN EL MÁS ALLÁ


Los jerarcas episcopales en un momento de íntima donación a la feligresía

A nadie, al menos que yo sepa, se le ha ocurrido volver en piadosa forma celestial desde el más allá, de esa dulce y anhelada jubilación eterna que es el cielo, sea ó no una invención de la mente. Y si nadie vuelve confío en que sea por alguna de éstas dos razones:

1/ Porque no hay nada de nada. Algo juicioso si lo consideramos desde un punto de vista de la experimentación. Lo que no experimentamos no existe. Este principio nos ha permitido avanzar y ser mejores de lo que éramos en los tiempos de la infeliz ignorancia y del garrote. ¿Alguien pone eso en cuestión? ¡Que dé un paso al frente! ¡Ánimo!

2/ Porque ellos existen en ese estado de retiro eterno para el espíritu, pero no quieren importunarnos ni asustarnos. En éste caso nos podemos remitir al primer punto, ya que lo que no experimentamos…pues eso. Además si en cualquier caso vamos a llegar a tan dorado retiro, ¿para qué tantas gaitas espirituales? ¿Duele un latigazo en las espaldas? Si duele somos, si no duele eres un privilegiado/a y aparte te informo para tu pertinaz conocimiento de que no eres. Tampoco yo lo entiendo, así que no te preocupes.

De que nos sirve que “exista” algo que no percibimos, no sentimos, no abrazamos, no besamos, no experimentamos. Lo mismo es un éxtasis con la pareja que un "éxtasis divino", ¡Amos hombre! La palabra existir lleva implícita esa condición ¡qué vamos a hacerle! Pero para algunos/as que exista algo imperceptible sirve para tener una puerta abierta a la esperanza, que no es poca cosa observando la crueldad de algunos aspectos de éste mundo. Es curioso comprobar que todo depende del cristal con que se mire la realidad.

Si la realidad no nos estimula, pues ahí va una buena dosis de positivismo, eso significa ver el lado bueno de los sucesos, aunque te estén cagando encima. ¡Al menos es mejor que formar parte de la caca! Quién no se consuela es porque no quiere, está claro. Esta “virtud” cuando es positivista lleva aparejada la credulidad en una vida espiritual llena de felicidad, de maripositas, unicornios y hadas pequeñitas que se posan en el hombro. Cuando la virtud es negativista, entonces se transforma en una religión organizada y venga a dar con el mazo a la feligresía, en la esperanza de que penando en el Valle de Lágrimas (que inolvidable frase), se conseguirán los ansiados beneficios. Además te capacita para asumir con insólito agrado los reveses del destino, aquello de “Si Dios quiere…”, que tampoco es mala cosa ¡albrícias!

Sin embargo si la realidad es percibida como tal, sin aliños, pues allá que va un realismo que lleva implícitas dosis insufribles de negatividad. Esta “virtud” lleva aparejada ante la vida, una carga de ironía mordaz, sarcasmo destructivo y de análisis permanente que te hace de alguna manera alejarte también de los bellos momentos que te brindan los sucesos, que indudablemente los hay en nuestra existencia.

Ninguno de los dos extremos es aceptable para la persona medianamente inteligente, si entendemos por inteligencia la capacidad de adaptación al medio.
¿Cuál es el término medio? Ahí está el quid de la cuestión. Para mí, básicamente es disponer de un 75% de realismo con un 25% de idealismo. Las cantidades son por supuesto, indicativas. Como una receta de mojo picón, cada uno/a le echa el pique que más le gusta. Eso no significa creer en algo no experimentable. Cuando estamos en un momento de íntima oración (yo los he tenido en otras épocas de mi vida), nos encontramos ante nosotros mismos y sin embargo, eso no nos admira. Tenemos que pensar que hay algo transcendente y lo justificamos de mil maneras absurdas, para no admitir que somos nosotros mismos los que podemos llegar a un estado de tranquilidad, claridad mental y de relajación que nos hacen gran e indudable bien, tanto al cuerpo como a la mente. Esta experimentación mediante la relajación es admitida por la medicina como algo beneficioso para el organismo. ¿Y las visiones? Pues son eso, imágenes como en el sueño nocturno. Vemos una serie de TV, algunos días interesante como un episodio de “Los hombres de Paco” y otros días es mala, mala, mala, como las series de tetonas sudamericanas y hormonados vaqueros de largas crines al viento. No hay nada más. Nuestro cerebro que juega a ser Dios y algunos quieren hacernos vivir en un sueño. Es algo literariamente atractivo, pero sólo a éste nivel.

Un día observamos un hermoso paisaje que nos llena de paz, pero de ahí a inventar a Dios por las maravillas contenidas en ésta sublime bola terrenal, va un trecho. La tierra y el universo nos ofrecen en sí mismos tantas maravillas, que no podemos limitarnos a contemplar con admiración sus rincones y comenzamos a crear otro mundo ilusorio de cabecitas aladas de querubines revoloteando por sus diferentes pisos.

Porque el cielo, según piadosas creencias, tiene ¡Oh maravilla!, pisos ó niveles y de nuevo jerarquías. Algunos estudiosos del tema, (ya les vale) estiman según los diversos estados del éxtasis, que pueden ser hasta siete esferas. Dios en el ático de lujo, debajo los arcángeles, papas y santos/as, debajo los sabios/as que en mundo han sido y grandes benefactores/as de la santa madre iglesia ¡claro!, debajo la plebe (es decir la gran mayoría, achuchados como siempre) y en el sótano los pecadores/as condenados a echar carbón a las calderas, mientras el jefe de éstos pobres diablos maldice al del ático.

Ahora con la física cuántica hay una vasta literatura justificando algo, que de nuevo es indemostrable y que además sólo y exclusivamente sucede a nivel sub-atómico. ¡Qué pertinaces son los argumentarios! Cuando se descubre la verdadera naturaleza de algo y desaparece lo sobrenatural, Dios deja terreno libre. Y en esa incensante búsqueda se recrean los crédulos, siglo tras siglo. Y ¡claro! ahora toca a la física atómica. No somos sub-atómicos, estamos conformados de partículas, pero somos una estructura super compleja y NO suele ser ACELERABLE a velocidad de la luz. Pero cualquier clavo ardiendo es bueno para continuar adaptando a nuestro querido y personal dios a los nuevos tiempos, pues venga ¡al lío!

¿Qué algo debe existir con antelación al Universo? Si atendemos a lo que sabemos ahora y pensando como un ser humano (con nuestra limitada concepción del Universo), pues es evidente que algo debió existir, pero no es el Dios que conocemos, ni nos tiene el ojo puesto encima, ni tiene barbas blancas, ni fue por ahí resucitando, ni era un blanco palomo, ni necesitamos sostener jerarquías que simplemente no reflejan nada más que el resultado de un sueño hecho realidad. Sobre todo para todos/as los/las que viven de forma solaz a cuenta de la feligresía y de los adeptos/as.

Igualmente cualquiera puede crear su dorado retiro "espiritual" en el mundo de J.R.Tolkien y retozar en los campos de Rohan a lomos de un hermoso jaco de crines doradas. También la oportunidad de disfrutar nuestros años espirituales en Aldebarán ó en El bosque de los hermosos y rollizos ositos de El retorno del Jedi. Cada uno tiene la capacidad de inventar el mundo que más le complazca y todos esos mundos, si ponemos empeño en la cosa, podrán hacernos tan felices en proporción directa a la huida de la realidad que nos proporcionen. Sin embargo la bella y a la vez cruda realidad siempre será una y sólo una.

Ese es nuestro campo de batalla, la diaria realidad. ¿Y nuestro mayor enemigo y a la vez aliado? Nosotros mismos. Si somos capaces de conocernos, comprendernos y dominar nuestros miedos y complejos, a decir NO cuando sea preciso, seremos capaces de llegar hasta los límites que nos propongamos, esa es mi experiencia y así la cuento. Liberarnos de pesadas cadenas que arrastramos durante toda la vida y que acaban con nosotros y nosotras, eso sí que es pernicioso. ¿Significa eso vivir sin valores? Rotundamente no. ¿Y los prosélitos de las generosas ONG de la conferencia episcopal se levantaran un día sabiendo que no existe Dios? ¿Dejarían de hacer lo que hacen? Espero que no, porque eso diría poco de ellos/as como seres humanos. Los valores morales existen porque el ser humano necesita al grupo y el amor, lo hacen feliz y sobre todo más humano. Por eso existen grupos de personas que ayudan desinteresadamente y no creen por eso en nada más transcendente que el hacer feliz a otro ser humano. Ama a todos/as como a ti mismo, eso es algo maravilloso.

Sabemos que vivir exige una serie de pagos y al ser consciente de ellos podemos reducirlos al mínimo y así el dominio de nuestro destino se ensancha. Si cedes más espacio a las deudas al sistema reduces proporcionalmente espacio a elegir tu propio camino. ¿Qué tiene consecuencias? ¡Claro! Pero estás en la búsqueda de algo mejor ¿no? Recuerda, la balanza. Lo que te revelo, NO cuesta dinero. No cuesta dinero que te lo diga ni habrás de pagar nada. No te exigiré cuota, ni asistencia a mis pregones dominicales, tampoco que te calientes la cabeza por mi sandeces de pseudo-moralina, ni mucho menos tratar de imponerlas al resto de la sociedad. Porque religión y moral son dos cosas tan diferentes como el agua y el aceite.

Y si nuestros ancestros u otras criaturas están pululando a nuestro alrededor, desde ahora mismo les digo ¡Manifestaos! ¡Venid a mí!...Caramba pues no aparecen. Dios tampoco. Será porque está de baja la criaturita. Dios mío que no está la cosa para bajas, vete a la mutualidad celestial y que te den el alta voluntaria, aunque si el médico eres tú mismo, ¿Es que no tienes números para hoy (*)?...
(*) El tiempo divino es otro, ya sabéis.

domingo, 15 de noviembre de 2009

SUMMA DE CUESTIONES TEOLOGALES II La Pena de Excomunión y el aborto


En esa joya literaria cervantina, decía Don Quijote a su escudero: - “Cosas veredes, amigo Sancho, que te harán palidecer.” Pero a fuerza de palidecer nos hemos vueltos lechosos, blancos como la espuma, como la nieve, como el algodón y como la casulla de resurrección. No dejamos de asombrarnos con las anatemas que hoy día, lejos de amilanarse, continúan proclamando las cardenalicias fauces.
Los paladines de Cristo embravecidos por los Halloween, los atracones de huesos de santo y la crisis de la recaudación del cepillo, agarran el flagelo, ese glorioso instrumento de cristiana conversión y lo blanden contra las huestes del Maligno. La quintaesencia de la pureza, de la moral y del codillo al horno, arremete con virtud infusa contra los satanases de éste mundo, traidores, belcebúes de cortas entendederas y retorcidos que osen votar, aprobando los nuevos supuestos de la interrupción del embarazo. ¡Mira cómo dicen, por no decir aborto, los muy malditos!, farfullan con los dientes prietos como un pistón hidráulico los purpurados y alzacuellados. ¡A la excomunión con ellos! ¡Qué buenos recuerdos, nos traen esas iniciativas! ¡Épocas pretéritas henchidas de amor a la cruz a la luz de una reconfortante hoguera!

El catecismo de la católica iglesia romana, dice (1463): Ciertos pecados particularmente graves están sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más severa, que impide la recepción de los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya absolución, por consiguiente, sólo puede ser concedida, según el derecho de la Iglesia, por el Papa, por el Obispo del lugar, o por sacerdotes autorizados por ellos. En caso de peligro de muerte, todo sacerdote, incluso privado de la facultad de oír confesiones, puede absolver de cualquier pecado y de toda excomunión. Según el derecho canónico, que debe ser el que reveló nuestro Señor Jesucristo a sus escribas, artículo a artículo, verso a verso, para que todo quedara atado y bien atado, hay que excomulgar cuando se procure ó participe en un aborto ó en la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo (CIC 2272; Ley Canónica 1398).
La práctica se remonta al Concilio de Elvira (cerca de nuestra Granada), en el año 306, que recuperó esa práctica tan apostólica de pronunciar anatemas contra aquellos que sostenían doctrinas contrarias a la ortodoxia. Y es que antes en tiempos de nuestro Señor Jesucristo no se excomulgaba a nadie; debe ser porque no hacía falta. Pero desde el conciclio de Elvira se encontró la pena expiatoria que habrían de soportar los que se atreviesen a salir de la senda trazada.

En nuestro caso, por tanto, se aplicaría a los diputados y diputadas el supuesto de cooperadores necesarios para que un aborto se lleve a cabo y ¡ahí es donde entra la ensortijada mano cardenalicia dar la colleja! Esa mano humildemente anillada que besan hasta ilustres banqueros y ante la que doblan la espalda como arcayatas. Pero hay otro supuesto que pasan por alto las amenazantes palabras del cardenal, y es que puedan estar ya excomulgados, ¡sólo por haber pensado en hacerlo! Entonces ya no habría que excomulgarlos ó excomulgarlas. Bien, bien, así ahorramos trámites administrativos. Es lo que sería la excomunión “latae sententiae”, ¡puñetas! qué difícil es decirlo.

Tenemos pues a los/as diputados/as, candidatos/as a excomunión, todos/as sentaditos/as y dispuestos/as a apretar el botoncito para votar en el parlamento y senado. ¡Y van y lo hacen, los malparidos! Pues ya está ¡todos excomulgados/as! El hecho puede institucionalizarse como una despedida de soltero ó una moderna celebración de divorcio. Es un cambio en el status social. Te has divorciado de la iglesia. Algunos/as respiran de nuevo, al menos eso dicen.

También todas las pecadoras que “por darse el gusto” han abortado, (siempre son las mujeres…hay que ver, si todas fueran monjas vírgenes ó paridoras del “opus dei” no habría éste problema), e incluso las que no lo han hecho “por gusto”, que son las menos a los piadosos ojos clericales, (las muy pirañas) también excomulgadas.

La pena por excomunión no es la condenación eterna, (ufff…vaya alivio ¡pardiez!) de la que ya hablaremos en otro momento, sino el impedimento de participar en la santa misa, recibir la sagrada comunión, la confesión, y los demás sacramentos. Los excomulgados no pueden ser padrinos ni participar activamente en la vida de la Iglesia. Aquéllos/as que ya cumplan estos requisitos sin necesidad de haber sido excomulgados, pueden darse también por ¡Excomulgados!
Resumiendo, quitando a los que no van a misa, no comulgan, ni se confiesan desde hace un siglo, los/as que ni participan ni activa, ni pasivamente en la vida de la iglesia, las que abortan ó abortaron en Londres, ahora en Madrid, Barcelona ó Sevilla, los maridos de las mujeres que no viviendo en pecado y que no las obligan a no decidir por ellas mismas, los hijos de las mujeres que abortan y que no luchan de forma bizarra para impedir el aborto, ¡Todos/as excomulgados/as! Así pues, sería más práctico para la administración episcopal que dijera quiénes no están excomulgados, así ahorrarían tiempo y dinero, ese amigo inseparable de la venerable institución.

Hechas estas piadosas observaciones, acometamos las siguientes cuestiones teologales que nos abrasan las meninges:

1/ Si estás excomulgado/a, ¿no puedes atravesar la puerta de una Iglesia? ¿Te pasaría como a la niña del exorcista y te giraría la cabeza 180º?

2/ Si estás excomulgado/a y por error te llevas a la boca un vaso de agua bendita ¿Te abrasas las entrañas como un hereje? ¿Te conviertes en una pira que ilumine el camino a los apóstatas y paganos?

3/ Si estás excomulgado/a y quieres tocarle los respetables al párroco y te pones en cola para comulgar ¿Tienes que enseñar el carnet de excomulgado ó el servicio de detección de excomulgados avisa al señor párroco de que no puedes comulgar? Y si te detecta como un malhechor ¿Pasa a dar la comunión directamente a los que vienen detrás, para hacer bueno aquello de “Los últimos serán los primeros”?

Dios...¡por tí mismo!, deja ya la baja, que a éste paso, tus ministros ¡no dejan rebaño que apacentar!

martes, 10 de noviembre de 2009

DE LA PRIMERA PARIDA, parte I


Corría el año -4000 y pico cuando, según la Cronología Ussher (s.XVII), ve la luz nuestro preciosísimo Valle de Lágrimas. Esta magna, verdadera y única en su género, ley de la creación fue parida no sin denodados esfuerzos por la mente de James Ussher que desempeñaba sus labores como Arzobispo anglicano del Condado de Armagh (actual Irlanda del Norte). El muy añorado y llorado Arzobispo Ussher, mete mano en la cronología de ésta esfera rocosa sobre la que vivimos (como podemos) y en un derroche de inigualable imaginación escribe el trabajo de clase de historia que ha quedado consagrado como la Biblia del tiempo, llamada Annales veteris testamenti, a prima mundi origine deducti (Anales del Viejo Testamento, derivados de los primeros orígenes del mundo). ¡Toma ya! ¡Y en latín, pa que se vea que el hombre entendía de éstos temas!
En éste trabajo, que por fortuna tenemos ya traducido, aporta su granito de arena al siempre largo, sesudo e interminable debate teológico sobre la edad de la Tierra. Ésta fue una gran preocupación para los muchos sabios cristianos a lo largo de los siglos, pero para desventura nuestra, no pasaron a la historia. Estas lumbreras de la humanidad, se devanaban sus humildes entendederas intentando jugar al tetris con los exactos datos biblicos y la realidad tridimensional que nos contiene. Exactos datos, porque los había revelado el mismísimo creador del mundo, y quién mejor que Él para saber lo que había hecho ¿no? Yo desde luego en esa tesitura, no hubiera dudado lo más mínimo. Algunos/as dudaron, pero rápidamente volvieron al redil ante los estímulos lumbares a que fueron sometidos. ¡Ay! Nada mejor que un masaje en los lomos para volver a saber donde está el lugar de cada cuál. ¡Qué hermosura!
Ussher dedujo que el primer día de la creación comenzó el atardecer anterior al domingo del 23 de octubre del año 4004 a. C. del calendario Juliano, cerca del equinoccio de otoño, ¡eso sí! con un ligero e imperceptible grado de precisión de +/- 4.500.000.000 años, aunque esa hoja del estudio se perdió en las opíparas comidas, cenas, recepciones y reuniones de las comisiones episcopales que trataron tan complejo y decisivo asunto para el devenir de la barca de Pedro.
La fecha propuesta por Ussher de 4.004 a. C. difiere poco de las estimadas de Beda (3952 a. C.) o por el contemporáneo de Ussher, Joseph Justus Scaligero (3949 a. C.). La elección específica de Ussher de ese año, pudo haber sido influida por la creencia de aquel entonces de que la vida potencial de la Tierra era de 6000 años (4000 antes del nacimiento de Cristo y 2000 después). Esto tenía su lógica, veamos. La Biblia establecía en seis días la creación y sobre las bases de que "con El Señor un día es como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro, 3,8), pues cogen harina, agua y venga ¡a cocer el bollo!. Este preciso dato es luminaria de nuestra fe y de nuestro calendario. Esto lo propuso el buen Arzobispo hace ya IV añorados siglos.
Sin embargo, hoy día hay algunos estudiosos bíblicos, como así también un buen puñado de irreductibles cristianos evangélicos, que profesan su fe en ésta interpretación literal de la biblia y por tanto en que la Tierra tiene 6000 años de edad. Nobleza obliga y las firmes creencias, cimentadas sobre roca tienen la gran virtud de enraizar devotamente en las cabezas de la feligresía cuál fiel garrapata que no te abandona. Recordemos la máxima, a más extra-vagancia, más rocosa es nuestra fe montañera.
Decíamos pues que, tras rigurosos estudios de los Sagrados Textos, una mañana nuestro Dios, el Grande, el Altísimo, el Omnipotente, el Omnipresente, el Omnisciente y otros títulos que se me olvidan… despierta con ánimo enhiesto, con espíritu bizarro, gallardo y audaz y pone manos a la obra a crear el mundo. Existen otras ladinas interpretaciones de la creación, hechas siempre al cobijo de eso llamado ciencia, pero no vienen al caso ya que contravienen mendazmente la divina palabra y por tanto la única y verdadera. Los menos crédulos de entre el rebaño de Cristo se ponen a faltar a la verdad revelada justificando lo simbólico del Génesis (que así se llama la Escritura notarial de obra nueva del mundo) exponiéndose así a la ira y al fuego divino.
Cuando lo que relata, con sin par gracia, el Sagrado Texto interesa a la jerarquía del negocio eclesiástico, entonces las palabras sagradas son ¡verdades como puños! tan reales como piedras de pedernal. Ahora bien cuando lo que cuentan los textos sagrados, chirría como un cojinete sin bolas se echa mano de los santos símbolos. Los símbolos sacan de un aprieto al más pintado, son socorridos como una vacuna de la gripe A y a su cabalgadura se montan sesudas justificaciones que harían palidecer a los siete venerables santos varones que predicaron la fe en Hispania. ¡Cómo que ahora Adán no fue hecho del barro! Exclamarían con los dientes y puños prietos como el increíble Hulk. Menudos son los exe-getas (los que interpretan la verdad revelada en las Sagradas Escrituras) no dejan de calentarse la sesera y tienen una imaginación creativa que ya quisiera para sí J.K. Rowling , la escritora de Harry Potter. Bien es cierto que durante mucho tiempo los dogmas fueron seguidos a rajatabla y para el que se alejaba de la ortodoxia, un buen estiramiento óseo lo devolvía al redil de la única verdad. Eran otros tiempos gloriosos, donde no había que justificar ni razonar (aún no se había creado el sustantivo razón) tantas estupideces. ¡Lo que decía el libro iba a misa! Entonces operaba otro método. Un buen flagelo, una buena peana de madera de pino y ¡cristiana mortificación! ¡Qué bien responde el cuerpo humano ante éste estímulo! ¿La relojería suiza?…¡una poca leche comparada con esto! Con respecto al interesado uso de los símbolos yo digo lo que dicen por aquí (con perdón): ¡Picha dentro ó picha fuera!, no se puede mantener una postura y su contraria. ¿Qué no? La fe mueve montañas y sobre todo las cordilleras que hay dentro de la cabeza.
Acto seguido, Dios crea las criaturas y también a las criaturitas (conforme a D. Manué R.de Lopera el ilustre bético), todas bien moldeadas y sopladas en piadoso barro. Especie a especie, hoja a hoja, grano a grano, insecto a insecto, emprende la agotadora faena nuestro magnánimo Señor para dar compañía al varón. Allá que van todos juntos en cristiana procesión, mosquitos tigre, dinosaurios, tiburones ballena, mamuts, perros chiguaguas, monos titis, escarabajos peloteros, mirlas, palomas mensajeras, la pseudo-prensa del chismorreo y las gallinas cluecas. En el caso de la gallina primero creó al huevo así zanjamos de una puñetera vez el dichoso acertijo. Ahí es nada como debió ponerse el arca de Noé. Prieta como la playa de Benidorm un 15 de Agosto. Me gustaría preguntar a los cuidadores del zoo de Jerez como debió ser aquello, ¡algo único! y todos los bichos sin jaulas, ni rejas, como pacientes de una sala de urgencias de la Seguridad Social. Resumiendo, que primero crea a las bestias del mundo y del universo, porque alguna habría de crear en esos mundos de Dios. No vamos a dejar mal a los ufólogos. ¿Verdad que sí, amigos de la nave del misterio?
Dejó para el final al último bicho, al que iba a crear a su imagen y semejanza. No debió meditarlo bien y persistió en lo de a imagen y semejanza. Coge un cacho de barro, lo mira y remira, lo moldea como un colegial con plastilina. Va sacando rollitos de barro, sonriendo con pueril y divina gracia, mientras se mira al espejo. Salió lo que salió. ¡Ni uno igual! Desde entonces Dios deja de tener una única imagen y esto se convierte en un lupanar. Aunque a decir verdad, nadie lo ha visto nunca, parece ser que sólo el primer humano no nacido de hembra sino directamente de sus preciosísimas manos (parece ser que fue Adán) y cuando abrió los ojos tras el divino soplido exclamó: - ¿Y me haces así directamente al borde de la prejubilación, sin juventud? ¿No puedo tener aunque sea un botelloncito?
Desde entonces suceden las desavenencias y también desde entonces Dios dejó las clases de artesanía, descubrió que no era lo suyo. Aunque como lo sabe todo, va realizando continuas mejoras en el prototipo y Adán le salen parientes hasta de las piedras. Uno de ellos venía de serie con una quijada de burro en la mano, posiblemente un fallo de la cadena de producción. Pero, ¿Dios no lo sabe todo? ¿Por qué venía con quijada en mano? Parece ser que ya estaba Dios de baja. Prosigamos.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gn.1.27). En éste inolvidable episodio observamos como el Altísimo crea varón y hembra. No sabemos por qué creó a dos ejemplares y no sólo a uno. Se trata sin duda de un designio inescrutable para nuestra mente mortal. Ya debió entonces comprender el altísimo los indudables beneficios para la salud que tiene el sexo entre dos, porque en caso contrario hubiera hecho sólo un ejemplar, digo yo. Pero el auto-sexo nunca ha estado bien visto en el reino celestial ¡Eureka! Por eso hizo a dos, macho y hembra, cordero y cordera, cabra y …bueno a éste lo dejamos aparte. Otras formas de ayuntamiento tampoco estaban bien vistas en el divino cielo y sus ministros terrenales se encargaron sin desfallecer de atizarles las brasas. ¡Ah! ¡Pero era un símbolo! Entonces ya está todo claro. ¡Pelillos a la mar!
Tras haber creado hembra y varón en el capítulo 1 del Génesis, se olvida de ésta creación y hace otra nueva en el capítulo 2. Borrón y cuenta nueva que se dice. En el siguiente capítulo del Génesis crea del ya famoso costillar de Adán a una mujer y se la lleva al hombre. (Gn.2.22) Entonces estrujémonos un poco las neuronas y digamos todos a compás ¿Es que la imagen de Dios es sólo la de un varón? Así ha venido siendo desde tiempos inmemoriales (6000 años recordemos).
La mujer por consiguiente, no es creada del barro, sino de una costilla. Eso sí que tiene mérito. De una costilla sale toda una mujer hecha y derecha, con todos sus atributos. Por tanto ¿hizo el Hacedor a una mujer a su divina imagen ó es el resultado de un costillar graciosamente modificado? ¿No era más fácil hacerla de barro, Dios mío? Complejo enigma que nos churrusca las neuronas desde entonces. Y a los exé-getas ni te cuento. No en vano somos cortos de entendederas como nos decían de pequeños y es que no tenemos alcance. ¡Vaya!
Imaginad el momento, Adán en medio del paraíso. Llega un ser desconocido y Adán pregunta: -¿Qué haces por aquí? ¿Estudias ó trabajas? ¿Tú que eres?. Joé, no sé lo que serás pero te he visto y me has puesto…¡estás de buena!.-
Continuaremos éste hermoso, piadoso y virginal encuentro en la próxima entrega. Que esto tiene jugo para continuar endulzando nuestras cristianas fauces por muchas líneas. Mirad la dilatada imaginación de los teólogos y exégetas lo que ha llegado a producir.
Será porque Dios está de baja y su luminoso faro no alumbra las mentes de los exégetas (que pedazo de oficio). ¡Quillo date ya de alta! Después de 6000 años ya está bien, ¿no?.

lunes, 2 de noviembre de 2009

LA LEYENDA DEL HOMBRE DESPEÑADO


Desde la noche más oscura de los tiempos viene circulando de fauce en fauce, ésta curiosa historia, algunos dicen que sucedió en verdad a un vecino de ésta villa cuando corría el tiempo de Fernando e Isabel apodados Los católicos. Se trata de una piadosa leyenda que hoy día algunos/as tildarían de leyenda urbana, aún cuando se produjo en un camino, de esos olvidados de Dios. Existen datos que sitúan ésta historia en el camino que conducía en aquéllos entonces desde Castilblanco de los Arroyos a El Pedroso, en Sevilla.

Conducía un cristiano temeroso de Dios su carromato desde una villa a otra para llevar su familia las mercancías producto del trueque y compras realizadas de aceite, vino y otras viandas cárnicas. El buen hombre antes de partir había alzado sus ojos al Altísimo y había orado fincado de hinojos (arrodillado) en la Cruz del Humilladero en la salida de El Pedroso, junto a la ermita de La Virgen del Espino. Cruz que aún hoy día, por cierto, se puede admirar para mayor gozo de los atribulados feligreses. El trayecto, no en vano, era peligroso ya que había de enfrentar además de los salteadores de caminos, lobos, perros salvajes, vadear el río Huesna y los escarpados caminos que existían entre las dos villas que corrían por apriscos, acantilados, cerros, valles y monteras. Se aprestó el buen hombre a iniciar el camino, por lo que atizó a la mulilla que tiraba del tosco carromato.

El comienzo del camino fue placentero hasta que el murmullo de los pájarillos cesó cuando atravesaba los frondosos encinares, un viento que fue tornándose en más tempestuoso a medida que avanzaba. Habrían transcurrido uno ó dos kilómetros cuando una repentina lluvia otoñal comenzó a atizar los lomos del mulo y los del propio hombre. Se echó por encima una pieza de tela y a pesar de las condiciones siguió adelante. En un vadillo del camino una rueda quedó atrancada en un blandón de barro. Por más que aplicaba el látigo al mulo, éste no conseguía avanzar. Así que puso pie a tierra y con las manos puestas en los maderos de la rueda comenzó a empujar. En un esfuerzo trastabilló y fue a dar con sus huesos en el suelo. Fue en ese preciso momento cuando comenzó a apretar la lluvia. No se veía a un metro. La cortina de agua era densa y la telilla que habíase echado porcima voló en un golpe de aire. Tenía agua hasta en las posaderas. Pero el hombre con divina paciencia dirigió sus ojos hacia arriba y gritó: -¡Señor, dame fuerzas!. Sacó fuerzas de flaqueza y empujando de nuevo la rueda consiguieron entre él y el mulo atravesar el blandón.
Puso camino a Castilblanco. Pasados otros dos kilómetros comenzó a remitir el temporal y el sol despuntó. Los cantos de los pájaros volvieron a llenar el camino de alegría y tranquilidad. El hombre dio gracias a Dios por haberle ayudado y continuó su camino esperanzado en que pronto llegaría al hogar donde lo esperaba su familia.
Comenzó un continuado descenso, a pocos metros y tras dos ó tres curvas, estaba el vado del río. Pensó: -Después de lo que ha llovido el paso del río no estará vadeable.-
Cuando llegó al vado, efectivamente venía crecido el río. Se armó de valor y de nuevo alzando la mirada a los cielos, dijo: -Señor, préstame tu ayuda en éste momento.
Comenzó con cuidado a vadear el río. El agua venía ligera de fuerza pero le llegaba a las rodillas al mulo. De pronto comenzó a sentir como el agua adquiría más velocidad. El nivel del agua comenzó a elevarse hasta que sobrepasó el lomo de la bestia. El carro comenzó a flotar ligeramente y el buen hombre que no sabía nadar, empezó a mascullar un padrenuestro. Una parte de la carga salió flotando río abajo, mientras una maldición salió de la boca del hombre. ¡Por las barbas de Cristo!. Río abajo marchaban a toda velocidad las viandas de tocino y los chorizos de carne. El hombre soltó unas lágrimas mientras continuaba maldiciendo. Pero ahora tenía otras preocupaciones. No veía la forma de llegar a la orilla de enfrente. De nuevo a la desesperada gritó: - ¡Dios mío, sácame de ésta y te prometo que te haré las mejores ofrendas y daré una buena limosna a la parroquia!. Milagrosamente el mulo consiguió poner pie en terreno duro y tirando salieron ambos del entuerto.
Al llegar al otro lado el hombre miró con desazón a la parte de carga que corría río abajo. Ajustó la carga que aún quedaba, comprobó el estado de las ruedas, tranquilizó al mulo, se subió de nuevo al carro y aplicando látigo comenzó de nuevo a marchar camino de su hogar.
Habían trascurrido unos dos kilómetros cuando a lo lejos observó a un grupo de perros que iba justo a su encuentro. El hombre no sabía como reaccionar. Recordó que atrás llevaba una pieza de carne de venado, así que abrió el petate y sacó la pieza. Esperó a que los perros estuvieran más cerca y cuando los tuvo a la vista comenzó a gritar y a atizar el látigo. Los perros comenzaron a ladrar y a enseñar los dientes. El mulo empezó a asustarse y a alzarse de manos. El hombre comenzó a asustarse doblemente porque vió peligrar el carro, cuando el mulo se alzó de las manos. Así que resuelto cogió el pedazo de carne y lo tiró con todas sus fuerzas al fondo de la cuneta que corría a su derecha. Los perros se lanzaron como fieras a por la carne y el hombre aplicando látigo al desventurado mulo, consiguió cuesta arriba salir del apuro. Cuando estuvo a dos kilómetros de la banda de perros, volvió a ajustar la carga y a comprobar el estado del carro y del mulo. Había perdido la mitad de la carga, pero ya quedaba sólo la mitad del camino y había pasado la peor parte. Continuó ascendiendo. A su derecha tenía una profunda hondonada, mientras a su izquierda tenía el talud que venía desde el alto cerro. Iba despacio pensando en lo que disfrutaría su familia de las viandas que con tanto esfuerzo y trabajo había conseguido comprar y trocar en El Pedroso, cuando unos ladridos de perros llegaron a sus oídos. Inmediatamente blandió con fuerza el látigo sobre la espalda del mulo y éste comenzó a correr. A escasos metros había un cambio de rasante y entonces el mulo podría marchar más aliviado. Pasó el cambio de rasante y una cuesta abajo se abrió delante de él. El carro fue adquiriendo más y más velocidad hasta que entre los saltos por las piedras y hoyos del camino el hombre perdió el control del carro. Éste se levantó de la rueda izquierda, luego de la derecha y en uno de éstos el hombre saltó despedido hacia el precipicio que se abría a su derecha. Por el rabillo del ojo pudo ver la carga sobrevolando porcima de él y callendo desperdigada a la hondonada. Otra vez los perros se fueron a por ella. Pero su situación era desesperada. Caía hacia la hondonada y en la desesperación mientras agitaba brazos y piernas una rama se aferró milagrosamente a su mano. La rama a la estaba agarrado no era muy gruesa, pensó, pero era lo suficientemente fuerte para sostenerlo. Allí estaba. A mitad del precipicio agarrado a una rama de almendro que sobresalía de la pared. Miró abajo y vió a los perros devorando sus mercancías. Comenzó a sollozar. A su mente vino la imagen de su familia con los brazos abiertos esperándolo. Su pequeño niño y su mujer. Alzó sus ojos al cielo y gritó: -¡Señor, altísimo Señor, sácame de ésta!. Todo estaba en silencio, salvo por los lejanos gruñidos de los perros que llegaban desde abajo. Al cabo de un rato comenzó a gritar:
- ¿Hay alguien ahí? ¿Hay alguien?.
Un eco sonaba en el valle y le devolvía su propia voz con retardo:
- ¿Hay alguien ahí? Ahí, Ahí, Ahí, ahí, ahí….
Otra vez volvió a gritar
- ¿Hay alguien ahí? Ahí, Ahí, Ahí, ahí, ahí….
- ¿Hay alguien ahí? Ahí, Ahí, Ahí, ahí, ahí….
Nada sonaba. Pasado un rato, escuchó una voz de trueno:
- ¡¡¡HIJO MÍO, AQUÍ ESTOY!!! ¡¡¡HE VENIDO EN RESPUESTA A TUS LLAMADAS!!!
- ¿Quién eres?, gritó el hombre.
- ¡SOY DIOS, TU SEÑOR!
- ¡No puede ser!
- ¡SI HIJO MÍO! HE VENIDO A SALVARTE. HE ESCUCHADO TUS HUMILDES SÚPLICAS. AHORA ESCUCHA Y HAZ LO QUE TE DIGO. ¡¡¡SUELTATE DE ESA RAMA, A LA QUE TAN FUERTE TE AFERRAS…Y LANZATE AL VACÍO!!! MIS ANGELES BAJARAN Y TE RECOGERÁN CON GRAN SUAVIDAD PARA DEPOSITARTE EN EL CAMINO.
- ¿Qué?
- TE REPITO ¡SUELTATE DE LA RAMA Y DEJA CAER TU CUERPO AL VACÍO! MIS ANGELES TE RECOGERÁN Y TE DEPOSITARÁN EN EL CAMINO. ¡¡¡NO DEBES TEMER!!!
El hombre miró hacia abajo. Un sudor frío, comenzó a resbalar por su ya atormentada frente. Miró arriba, miró abajo. Había una caída que daba realmente miedo. Los perros se podían ver muy pequeñitos allí abajo. De nuevo, un sudor frío descendió por su frente. Volvió a mirar abajo. Se mordió los labios. Había mucha caída, sin duda. Miró de nuevo arriba, tomó aire y gritó con fuerza:
- Perdona, amo mío, pero ….¿No hay alguien más ahí?

Esta piadosa leyenda circula desde entonces por los caminos del Señor. Puede que la escuchen como procedente de otros lugares, pero sin duda la única y verdadera es la que aquí acabo de relatarles. Para los cazadores de leyendas que gustan de publicarlas en libros para mayor gloria de su cuenta corriente, les diré que si la veo en un libro que no sea mío, la cólera del maligno en forma de infernal demanda caerá sobre su obtusa cerviz para no olvidar nunca aqueste consejo. ¡Sed precavidos!
Según dicen hoy día, el fantasma del hombre vaga por los caminos y a la más mínima distracción pregunta : ¿No hay alguien más ahí?, mientras las gentes emprenden pavorosa huída. Muchos de los que han vivido para contarlo dicen que es un alarido pavoroso, similar al grito de Rocky Balboa cuando la palmó su entrenador Mitch. No quiero ni imaginármelo ¡Por Dios bendito!.

domingo, 18 de octubre de 2009

JESHUA EL CHRISTOS


Abandonaré el tono que ha presidido mis anteriores sermones doctrinales para mostrar quién fue en verdad el Maestro de los primeros seguidores, también llamado Jesús el Cristo y con posterioridad Jesucristo, que así se economiza en el lenguaje.


Sobre la figura de Jesucristo existen escasos datos históricos, si por históricos podemos considerar los obtenidos a la luz de crónicas contrastadas científicamente. En primer lugar alguno/a se preguntaran, ¿Entonces los Evangelios, no son verdad? La ciencia histórica no los admite como tal ya que en el mejor de los casos fueron escritos entre 50 y 70 años después de la muerte de Jesús por personas que ni siquiera lo habían conocido. Fueron escritos además por fieles y adeptos al culto que ya entonces se configuraba, aunque durante los primeros años de vida el cristianismo se consideraba una secta ó escisión del judaísmo. Pensemos en tantos de los muchos credos y escisiones que se producen en la religiones que compiten y se baten el cobre por un espacio en el frondoso mundo divino, ¿no buscan los adeptos ensalzar al creador de su fe? Para ellos es portador de la única verdad y hacedor de hechos sobrenaturales. Hay millones de ejemplos. Por eso la ciencia histórica no puede dar visos de credibilidad a unos textos escritos por los fieles que además están extendiendo su credo por nuevos lugares, como para el cristianismo fueron Grecia y Próximo Oriente ó incluso Roma. ¿Cómo es posible que no hubiera nada escrito durante los hechos de Jesús en vida si fueron tan sobrenaturales? Tuvieron que pasar de dos a cuatro generaciones para ponerlo negro sobre blanco, ya que entonces el cristianismo comenzó a tener conciencia de su situación como una nueva fe escindida del judaísmo y las magníficas expectativas que generaba en el mercado de las ideologías. Tuvieron que pasar además cuatro siglos para que Jesús fuera proclamado en el concilio de Nicea, hijo de Dios, ya que en un principio no lo era. Vemos pues como la extensa mano de la Iglesia ha ido configurando la imagen de un hombre, cuyo nombre y hechos han sido convenientemente manipulados a los fines perseguidos. ¿Los fines? ¡Pasen y vean el maravilloso mundo del circo!

Jesús en el origen de todo fue un hombre que rechazaba la ocupación romana, incluso hay estudios que lo relacionan con los zelotes. Los zelotes eran el equivalente a lo que hoy conocemos por revolucionarios que guiados por el Dios judío y su hambre de justicia luchaban por todos los medios para expulsar a los ocupadores romanos. Otras fuentes lo relacionan también con una corriente ó secta judaica llamada los esenios, que buscaban la pureza de la fe, la esencia del mensaje divino, muy alejada de los lujos faraónicos de Ratzinger Z y su corte.

Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿Qué testimonios históricos existen sobre Jeshua el Cristos (que no Jesucristo) ?

1/ Flavio Josefo (siglo I d.C.) Se considera un testimonio no cristiano, por lo cuál se le dota de mayor objetividad histórica. Aunque hay autores que dudan peligrosamente de su autenticidad. ¿Ni a éste nos vais a dejar bellacos? Lamentan algunos purpurados cardenalicios. Flavio fue un judío con ciudadanía romana. Además se considera que en sus “Antigüedades Judías” de donde procede el texto aquí reflejado, ensalza a su pueblo, el judío. Leamos lo que dejó escrito Flavio sobre Jesús, tras algunas depuraciones en la traducción (año 85 d.c.) en el llamado “El testimonio Flaviano” (Ant, 18, 63): “En ese tiempo vivía un sabio llamado Jesús, reputado por su manera de actuar y su virtud. Muchos de los judíos y muchos de entre las otras naciones vinieron a él. Pilato lo condenó a morir en la cruz. Pero los que le habían seguido no dejaron de ser fieles a su pensamiento. Ellos contaron que tres días después de haber sido crucificado se les había aparecido, y que estaba vivo. Quizá era, pues, el Cristo del que los profetas anunciaron muchas cosas admirables”. Nada de los evangélicos hechos sobrenaturales y lo que comenta sobre la resurrección lo relativiza en los testimonios “ellos contaron…” y a un lacónico “quizás era…”. Volvemos entonces a la verdad revelada en los evangelios canónicos. Vamos, que no se moja. Insistamos además que los textos proceden de piadosos amanuenses de los que puede suponerse un fervor incondicional por los colores. Algunos autores “dogmáticos de la duda razonable” no dan validez a éste primer texto por su milagrosa similitud con los textos evangélicos y su estructura en cuanto al discurso planteado. Pero ahí están. Es lo que hay. En las Antigüedades Judías existe otra referencia al Cristo (Ant 20,200) con menos dudas sobre su verosimilitud: ”Anás convocó a los jueces del Sanedrín y trajo ante ellos a Santiago, hermano de Jesús, llamado el Cristo y a algunos otros. Los acusó de haber violado la Ley y los entregó para que lo lapidaran”. Aporta hechos sin opiniones y por tanto más objetivo que el anterior.

2/ Plinio el joven (gobernador romano de Bitinia del primer decenio del siglo II d.C.). En una de las cartas dirigidas al emperador Trajano (Cartas 10, 96) informa sobre la situación en la zona y escribe que el cristianismo ha sufrido una importante expansión en las zonas rurales. Los seguidores de Cristo se negaban a orar al emperador y a hacerle ofrendas, ni bajo amenazas. Cantan en grupo himnos a Jesús al que consideran como su Dios. Juran no actuar contra nadie, no defraudar, no engañar, no adulterar, no robar. Comparten la comida. Hay mujeres en puestos de responsabilidad.
Lo que ha llovido desde entonces en el rebaño de Cristo. Vamos, que está desconocido.

3/ Tácito en sus Anales (ca 55-ca 117) hace mención a las persecuciones de los cristianos por Nerón, tras el incendio provocado por éste último. En el texto refleja: “Cristo que había sufrido la pena de muerte bajo el reinado de Tiberio, tras haber sido condenado por el procurador Poncio Pilato.” Habla de los cristianos como secta. Por cierto que, según los datos expuestos por Tácito la fecha probable de la muerte de Jesús está datada en el 29 d.C. Si sabemos, según dicen, que vivió hasta los 33 años (la edad de Cristo), restemos para saber que vivimos 4 años por delante de la verdadera cuenta, si nos atenemos al año cero como el del nacimiento, claro.

4/ Suetonio, protegido de Plinio el Joven. En su obra, Vida de los 12 Césares (ca 70-ca 122 ó 126) acerca de la expulsión de los Judíos de Roma bajo el emperador Claudio, (el de Yo Claudio), escribe: “Claudio expulsó de Roma a los judíos porque, instigados por el Chrestos, no dejaban de provocar desórdenes.”
De nuevo nada de milagros, ni poderes sobrenaturales.

5/ En el Talmud judío. Aunque existen ciertas dudas especialmente entre los exé-jetas cristianos al respecto. Dice un testimonio del Talmud: “Colgaron a Jeshu la víspera del Pesaj (pascua judía)…Éste (refiriéndose a Jeshu) sale fuera para ser lapidado porque practica la hechicería y ha seducido y dividido a Israel…Ula dijo: ¿Crees entonces que fue uno en cuyo favor no pudo aducirse nada?. Fue un seductor y el Todo Misericordioso dijo: “No le perdones ni le encubras”. Pero con Jeshu se actuó de otro modo porque simpatizaba con el gobierno. Cinco discípulos tuvo Jeshu: Matai, Nakai, Nezer, Buni, Toda.” De nuevo lo único fiable descontando las opiniones, es que existió un hombre llamado Jeshu y que fue ajusticiado. Nada de nuevo de hechos sobrenaturales, milagros, ni nada por el estilo.
Tras los datos expuestos y no hay más que no sean no-cristianos, algo no deja lugar a dudas. Existió un hombre llamado Jesús en la Judea del año -4 al año 29. Fue condenado por Poncio Pilato y ajusticiado, ni siquiera sabemos si fue realmente crucificado salvo por el más que dudoso texto de Josefo. Bueno al menos podemos dudar del hecho. Pero de lo que no hay lugar a dudas es que de milagros, hechos sobrenaturales y demás piadosas invenciones, pues nada de nada. Ese es Jeshu el Christos.

Ahora a la luz de los datos:

1/ ¿Por qué si hubo un hombre que realizó tan prodigiosos hechos, éstos no tuvieron reflejo en ninguna crónica de la época? No dudo que ya entonces, habría corrillos en los mercados, en las panaderías, en las barberías y que también habría cronistas que manuscritaban papiros ó cincelaban vistosos mármoles de Carrara con hechos insólitos. Seguro que habría contadores rurales de historias que de pueblo en pueblo relatarían los asombrosos y singulares hechos. Con anterioridad a Jesucristo existían hombres que habían provocado admiración, como Alejandro Magno, los Faraones-dioses, etc, etc. A ninguno se les compusieron odas sobrenaturales de tan frondosa imaginación. Todas sus acciones eran humanas y muy humanas. Hechos fantásticos sin embargo sólo nos llegan a nivel mitológico.

2/ Dos resurrecciones sin contar la propia de Jesucristo, una ascensión a los cielos, conversión de agua en vino, una multiplicación de panes, curaciones de leprosos, ciegos, discapacitados físicos, expulsiones de demonios, pegado de orejas y muchas más ¿cómo es que no tuvieron eco en las crónicas sociales en el mismo instante en que se producen?
3/ ¿Si Dios lo puede todo y lo sabe todo, no podía habernos dejado las cosas atadas y bien atadas? ¿ó al menos más claras para no dudar?
4/ ¿Por qué en otros ámbitos de la vida no dudamos en poner incluso nuestra vida en manos de la ciencia y de las pruebas científicas y en ésto no? ¿ Que pasa entonces a la luz de éstos datos que contradicen la fe?. La fe molinera no deja lugar a dudas. ¡Cree! que tiene menos inconvenientes que no creer. Así es mejor que andar ahora removiendo el potaje, cuando asienta sabe mejor.

Dios tú que todo lo sabes y conoces y desde la humildad que me da estar aquí abajo penando en aqueste valle de lágrimas. Envíanos aunque sea un papiro ó un marmolito en donde podamos escudriñar y contrastar con mayor detalle los piadosos y milagrosos hechos evangélicos. Ponte a trabajar ya y deja ya la pertinaz baja, que tampoco debe ser pa´ tanto que aquí no dejamos de comernos el tarro con éstas y otras canallescas cuestiones que socavan nuestra fe.

domingo, 11 de octubre de 2009

SUMMA DE CUESTIONES TEOLOGALES I TOMO - La Ascensión de Nuestro Señor.

Inauguramos ésta sección de trabajo teologal a la que deseamos profundice con piadosísima gracia divina en los hermosos episodios que relatan las Sagradas Escrituras para desentrañarnos esos insondables misterios que nos limitan como seres transcendentes.

Cuestión Teologal: ¿Por dónde se elevó Cristo a los cielos?

Planteamiento: Desde los tiempos de maricastaña a todos/as nos señalaron el cielo como el destino natural de las buenas e inmaculadas almas. Las malas iban a centro de la tierra para mayor gozo de los/as santos/as que con entrada de primera fila de platea, disfrutarían del gozo eterno de condenados y condenadas ardiendo retorcidos (de quemar gente ya sabían entonces un rato) en las llamas del Averno. Había otro sitio, El Limbo, donde yo siempre creí que estaba un compañero de clase, pero no. El limbo era donde estaban los “moritos”, esas criaturitas que no habían recibido el sacramento del bautismo, pobrecitas. Porque el limbo era peor que el infierno, allí (en el infierno) al menos había el calor de un padre maligno, eso sí, pero calor, (techo, mendrugo de pan y sin agua por razones obvias) al fin y al cabo, aunque eso sí, un poco pasadito de termostato. En el limbo ni eso, mira. La verdad es que si yo fuera un santo (¡líbreme Dios! pues soy pecador) después de pasar toda una vida llena de privaciones en la espera de los grandísimos dones de la vida en los cielos, también diría con saña : ¡Ea! ¡Ahora joderos todos/as! ¡Para eso me pasé toda la vida privándome de los placeres mundanos! ¡arded en las llamas del averno, mamones/as!. Grandes padres de la iglesia defendían con ahínco éste momento de éxtasis placentero, como San Agustín esa luciérnaga imperecedera de la teología. Que sentimiento tan puro, tan embriagador. ¡No quepo en mí de gozo al relatarlo!. ¡Qué hermoso contemplar la gloria divina con los querubines bien prietos entre salves y aleluyas! y al mismo tiempo el espectáculo de los malvados y retorcidos pecadores paganos, allí abajo gritando y retorciéndose como bichejos. ¡Cómo en el circo máximo de Roma!.
Bueno pues eso, que el cielo estaba arriba y el infierno abajo. En 1999 el Santo Padre de Roma va y se descuelga con que el cielo es ahora una “relación viva y personal de los creyentes con Dios.”. Ya por tanto, “El cielo existe, pero no es un lugar físico”. Hay que ver, me han cambiado los tiempos. Ya hablaremos en otro artículo del infierno.
Refirámonos ahora queridísimos/as al cielo. Y más que al cielo, de cómo se llega. En el momento que sepamos donde está la ruta, la autovía ó trayecto, podremos trazar nuestro camino. La única noción del trayecto celestial, que nos permiten conocer las Sagradas Escrituras, se encuentra en el ascenso de nuestro Señor a los divinos cielos. Luego ascendió también la Madre del Señor, por tanto ya debía existir una ciencia infusa que les permitiera hacerlo. Lástima que se llevaron el secreto con ellos y luego ni un papa, cardenal, arzobispo, obispo, párroco, sacristán, coadjutor ni monaguillo han podido seguir tan piadosa ruta que nos sirviera de ejemplo.
Analizemos los datos. En el Evangelio de Marcos, (16, v.19) dice “Y el Señor Jesús…fue elevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios”. En el evangelio de Lucas (24, v.51) “era llevado al cielo”. Nos sabemos porqué en los otros dos evangelios, nuestro Redentor no asciende a los cielos, en fin Él sabrá. En Hechos de los Apóstoles (Prólogo) “Jesús…fue elevado al cielo”. Entendamos por elevar pues eso, mover algo hacia arriba, es decir, no hacia abajo. No a izquierda ó derecha, sino arriba. Eso es…muy bien, recordemos a coco de barrio sésamo.
También existe otra afección de elevar que es la de elevar el espíritu, que es por ejemplo el sentimiento que te embarga cuando gana un partido tu equipo del alma, que llevaba siete jornadas sin hacer ni el huevo. También el sentimiento que embriaga a mi amigo José Manuel cuando llega el fin de semana y se echa al monte a corretear vestido de sargento Arensibia, como el resto de la tropa. Existen muchos ejemplos terrenales de dicho gozo.
Entiendo pues que la elevación de nuestro Señor no sería espiritual, pues ese éxtasis lo puede conseguir cualquiera y además es invisible, lo cuál va en contra de la validez de la prueba milagrera.
Hecho el sesudo planteamiento vayamos a las más complejas cuestiones teológicas.

Cuestiones Teológicas:
1/ Si Jesucristo ascendió, se elevó a los cielos, conforme se establece en los santos Evangelios canónicos. ¿A dónde fue, si ahora el cielo no es un lugar físico? ¿Cómo y dónde se sienta a la diestra de Dios Padre?. ¿Dónde está el sillón, puf ó alfombra en donde situar las divinas posaderas?
2/ ¿Porqué todos los Evangelios no recogen momento tan espectacular, evangélico y glorioso como es la elevación a los cielos? ¿Fue Cristo así en levita, sin traje ni nada atravesando la troposfera, ozonosfera y el espacio interplanetario?. ¿Cómo cubrió sus pudorosos y divinos atributos para que los que observaban la escena de la elevación no dijeran ¡pardiez! ó ¡mira Pedro!?
3/ ¿Dónde están las legiones de ángeles que habrán de repartir justicia en el juicio final? ¿De dónde van a venir blandiendo espadas flamígeras para ajusticiar a los impíos e incrédulos? ¡Ay Dios mío! ¡Que nos han dejado sin venganza, padre!.
Emprendamos sin desfallecer la búsqueda de tan complejas respuestas que nos reducen el intelecto a su más medrosa expresión.
Reconozcamos amadísimos y amadísimas que si nos privan del cielo, si el divino Redentor no está sentado a la diestra del Padre, si al atravesar las puertas del cielo no vemos a San Pedro, ó San Dimas, ese buen ladrón que agonizó al lado de Cristo, a los arcángeles, ángeles, querubines, santos y santas que en el mundo han sido, a la Virgen Santísima y demás corte celestial, al buen centurión, a Zaqueo, a los muchos leprosos curados de sus purulentas heridas envueltos en un halo de mariana divinidad, a los pastores cantando hosana, al buey y a la vaca, a los reyes magos y en fin a toda la corte en pleno, pues hermanos y hermanas, ¡no me sabría bien!. ¿Qué pasa entonces con el temazo de Bob Dylan “Knockin´ on Heaven´s Door?”. Sólo nos queda creer y punto en boca.
Con respecto a la segunda pregunta. Todos los evangelios no recogen los mismos hechos porque los evangelios fueron entregados a la feligresía en cómodas ediciones por fascículos. Y hubo dos en las que se extravieron los fototipos de imprenta. Pero por ese pequeño detalle no vamos a menoscabar las obras del Altísimo. Él que es grande entre los grandes, nos pone en duda para que creamos con más fuerza si cabe. Mientras más extraño parezca, mientras más extravagante puedan parecer los hechos descritos ¡más ciertos y verdaderos son!. Esa máxima debe abonar siempre el fértil huerto de la fe del cristiano. Cristo cuando ascendió a las altas esferas extraterrenas, de las que ahora conocemos como son pero entonces no sabíamos ni una leche, fue elevado por querubines lechosos que grácilmente vistieron al unigénito con ropajes apropiados a la cristiana travesía al centro de los universos celestiales. Una NASA divina, toda una nutrida cohorte de angelicales y asexuadas criaturitas en labores aeroespaciales para acomodar el divino cuerpo a tan largo trayecto. Además desde abajo no se podían ver los divinos atributos, que todo está pensado y hasta contado, hasta los pelos de tu cabeza y si no los tienes pues también. Por ello, y como dije antes, a creer y punto en boca.
Con respecto a la tercera pregunta y continuando con el elevado rigor intelectual que traemos desde el principio diremos que las legiones de ángeles vendrán de donde tengan que venir. La venganza del juicio final no nos la quita ¡Ni el TATO!, que es la mejor esperanza que tenemos, ver al Arcángel Gabriel, Miguel y Rafael cuál Conan(es) el Bárbaro, rebana que te rebana cervices de obtusas y cortas entendederas. Y nosotros/as píos y pías cristianos/as consolando a los pecadores : ¡TE LO DIJE PECADOR! ¡Te dije que te iban a flagelar bien esas fauces pecaminosas!.
En fin amadísimos y amadísimas, paz para todos los de la tierra y también a los del cielo. A los del infierno ¡Que les den morcilla!.
Dios mío, ¿será porque estás de Baja que no dejamos de hacernos tan canallescas cuestiones? Cógete ya el alta voluntaria. Echas un peoná y te vuelves, aunque sea, a coger otra baja, pero haz algo, ¡haz algo ya “miarma”!.

domingo, 4 de octubre de 2009

¡Al trabajo con alegría!

Ya se murio el burro
Que acarreaba el vinagre
Ya se lo llevó Dios
De ésta vida miserable
Que turururu rú
Que turururu rú
Que turururu rú
Que la culpa la tienes tú

Él era valiente
Él era mohíno
Él era el consuelo
de todos los vecinos
Que turururu rú
Que turururu rú
Que turururu rú
Que la culpa la tienes tú

Pobre jumento tozudo y andariego. Ejemplo de pundonor y lealtad. Pedazo de burro, éste. ¡Que Dios lo tenga en su gloria!, en el cielo de los burros, por supuesto. También una entrañable e imborrable imagen del trabajo incansable y mortificante, ese que es depurativo y solaz. Ese con el que sueñan los empresarios de la C.E.O.E. (Confederación Española de Organizaciones Empresariales, para el/la que no se acuerden) y que el libro sagrado ensalza en su vertiente más servicial, claro está. De las otras virtudes del trabajo y de cómo vivifican con “gratia plena” el alma de la oveja cristiana ya se encargó con “sobrenatural intuición” san Jose María Escrivá. Así en su ideario figura ésta idea que no debería sino hacernos inclinar la cerviz en señal de reverencial aquiescencia. Dicho de otra manera, ¡es una verdad como un puño!. Decía el santo: Si la obediencia no te da paz, es por ser soberbio.
¡Claro!. Obedecer por obedecer. Eso si que santifica el cuerpo y el alma. Y si te inquieta, pues te mortificas santamente un poquito. Un cilicio aquí y otro allá te engrasan el cuerpo como un motor mercedes-benz. Un buen latigazo y el cuerpo se eriza al instante, maravilloso ejemplo de coordinación del sistema nervioso. Acción-Reacción, física pura. ¡Que hermosura, Dios mío!. ¡Abajo la soberbia!. Calla y obedece. Valores incuestionables hasta hace poco tiempo y ahora como ya hemos dicho en otras ocasiones, dejados de la mano del Altísimo.
En el génesis que es primer libro de la Biblia se relata la breve creación del mundo, al menos así lo creen las populosas legiones de la cristiandad y sus piadosos sucedáneos. La epístola dominical de hoy es por si no lo han adivinado ya, para el trabajo, para el mundo laboral. Ese tiempo que dedicamos por obra y gracia santificante del Espíritu Santo (en su forma de grácil palomo blanco) con la mayor devoción en ofrenda por nuestro pecado original (no el pecado pirateado, como los cedés de la manta). Y todo esto por aquél ta-ta-ta-ta-ta-rabuelo que le metió mano a la manzanita de los co…(en fin, corramos un tupido velo).
En el génesis Dios el Altísimo, Grande entre los Grandes, que por aquéllos entonces fichaba de 8 a 15 y no como ahora, regañó a Adán, el primer pecador (el primer homo Abilis, los de atrás no cuentan por supuesto) y le dijo después de encontrarlo masticando un cacho de manzana: ¡Ganarás el pan con el sudor de tu frente!. Dios que tanto nos quiere, nos otorgó el grandisisisímo don de tener apencar. Que amor tan insondable. ¡Quiéreme un poquito menos!, diría alguno/a. ¡Ay criaturas!. Es que no tenéis alcance, no sabéis escrutar los pensamientos del omnisciente. Si nos ha enviado ésta cruz es ¡por algo!. Y todo por darle un bocado a la manzanita. Si hubiera sido un melón, a lo mejor hubieran sido sorprendidos antes por el jefe y no estaríamos como estamos. Hoy el juez de Granada d.Emilio Caltayud quizá fuera algo más benévolo y podríamos pagar la pena con algún servicio social a la comunidad, pero claro, él no es nuestro clemente Dios.
Adán que vió lo que se le venía encima dijo : - ¡Pero Dios! ¿No hay otra manera de resolver esto?-. Dios le dijo : -Bueno vale, te veo un poco solo. Has sido el primero y eso te da algún derecho. Llevo un rato pensando en hacer más figuritas de barro. Así podrás ganar el pan con el sudor de los otros.- Dijo Adán : -Pues eso hombre. Pues eso. ¿Ves cómo cuando te llenas de ira, te pierdes y no eres tú? Eso que has dicho me parece mejor incluso que el paraíso que tenía antes. Si es que todo es negociable. Por cierto ya que estás hazme del barrito ese más como la parienta, que está como un queso manchego.- Acto seguido se llevó un bolsazo en la jeta de Eva, porque ya había moda, era la primera Ruiz de la Prada. Eva parece que en esto ni pinchaba ni cortaba. Debe ser porque la había hecho del costillar de Adán y se la había dado como un regalito para que no estuviera solo. Y héte aquí que de ésta forma tan sibilina, tenemos al primer Florentino Pérez del mundo. Desde entonces tampoco quiere nadie ser el segundo. Luego de éstos lodos ya saben…
Cristiano Ronaldo, una criatura cuyo único y preciosísimo bien, nada desdeñable bien es cierto, es darle pataditas (prefiero no decir coces) a un balón, hace soltar de la faltriquera al muy humilde Florentino Pérez (descendiente del primero y que desde entonces no sueltan la manija ni a tiros) la cantidad de 94 millones de euros. Casi nada, la lismona semanal en el cepillo de la parroquia del muy piadoso Florentino. Cristiano Ronaldo se llevará 10 (eso sí muy humildes y cristianos) millones de euros por temporada. Criatura de Dios, hijo mío, cristiano de mis amores. ¿Tendrás para llegar a fin de mes? ¿No dejarás a deber en la tienda?. No dudo que dar pataditas a un balón requiera de ciertas habilidades que prefiero no relatar, pero como para llevarte una diferencia de más de un 1000% con respecto al salario de un médico cirujano, pues ya te digo amadísimo. No me parece, oye. Y es que usar los pies, está demostrado está mejor pagado que usar el cerebro ó las manos. A fin de cuentas una disección estomacal no hace vibrar a las masas como un golito del muy cristiano Cristiano. Pero debería. Así que desde aquí apelo a los prebostes televisivos para que den publicidad a éstos eventos. ¡Hoy a las 22:00 h gran extracción de vesícula biliar con inserción de cánula! ¡No se lo pierdan!!La ejecutará el último fichaje del consultorio del barrio de San Pablo!. ¡Qué emoción me recorre las vértebras! ¡por Dios!.
Hago otra propuesta, ésta si cabe, más osada que la anterior. ¡Esta noche por Exfínterconomía!!Prudencio el gran fichaje de industrias “el terrón eterno”, labrará 6 hectáreas de duro patatal con su nueva grada en el Same-Corsario de 100 CV! ¡No se lo pierdan!. ¡Oiga, que cobro copyright, si las veo en la tele!.
Ignacio Gorigolzarri, consejero delegado del banco Bilbao Vizcaya (BBVA) de 55 años, dejará el cargo por jubilación anticipada, con una pensión respaldada por los 52,49 millones de euros que tiene dotados el segundo banco español para garantizarle esa prestación. Luego para no perder ni un ápice la dignidad que le corresponde, recibirá 3 millones de euros anuales. Otra criatura del Altísimo que ha caído en la pre-jubilación. Y con 55 años. ¿A dónde va ahora?. ¡Con esa edad!. Hala, a jugar dominó al casino. Si es que no hacéis más que dar preocupaciones al omnipotente, ¡criaturas malvadas!. Ahora los jefes se pre-jubilan a la primera. No son como los de antes, primorosos exponentes de la madera patria. No son como el santo padre Juan Pablo II, que murió ejerciendo el almirantazgo del rebaño de Cristo. Murió en acto de servicio. Nobleza baturra.
Gorigolzarri dignificado manijero del mundo laboral, ibérico “El Jabato” que se conforma con un sayón de piel de camella, ¡Ejemplo intachable de humildad cristiana! ¡Si señor!. Ufanos debemos sentirnos en la España rojigualda de tenerlo entre nuestros semejantes. Juntos como hermanos, miembros de una iglesia juntos caminamos al encuentro del Señor. Eso sí, unos/as van en parihuelas, bajo palio y otros/as detrás en febril procesión al raso, pero es porque nos dejan todo el solecito para nosotros, ¡que no comprendéis! ¡criticones/as! ¡lenguas biperinas!.
Sed pacientes y aceptad con santa devoción lo que nos manda el de arriba. Ese es el sofware que nos graban en el disco duro virgen, luego se va actualizando en las versiones 1,2,3 y ¡hasta el infinito y más allá!. Para nosotros asnos vinagreros el molino, para los caballos alazanes el prado verde y el cercado ancho. De vez en cuando alguno dice : Pero ¡yo preferiría ser caballo!. Y yo digo : -Vamos a ver asno, ni tienes cuerpo de caballo, ni comes el mismo pienso, así que aprende a dar vueltas alrededor del molino. Que es lo tuyo.- Aún así, algún irreductible lo intenta. Pobres bestezuelas de Dios. Seres pecadores esperanzados que intentan imitar a los caballos siendo pollinos. ¡Grotesca estampa, pardiez!. Tarde ó temprano se tuercen las rodillas e “fincan de hinojos”.
Algunos envidiosos dicen que concentrar tanto dinero en las pocas manos de intermediarios, peloteros y vastos empresarios no está bien. ¡Envidiosos!. La envidia por cierto es un pecado CAPITAL. Un pecado capital no es el que se comete en Madrid, capital de España, no. Es un pedazo de pecado que te condena a los infiernos más abyectos. Así que cuidado con envidiar a los que nos observan desde las alturas celestiales y viven en la opulencia y el derroche. ¡Ora et labora! ¡Menos samba e mais traballar! Todo un ejemplo de educación transversal, que se dice ahora. Trata de ser como un monje benedictino, trabaja y reza. Así todo irá mejor en los campos del señor.
¿Han escuchado alguno/a de ustedes a algún obispo, arzobispo, papa u similar, tildar de inmoralidad éstos comportamientos cómo hacen en otras ocasiones con otros asuntos tan preocupantes? No, y mira que a veces se alteran los serenisísimos siervos de Cristo. Pasan del gori gori monacal a los berridos en manifestaciones a la voz de ¡ar! ¡prietas la filas! ¿Porqué? Porque los ministros del señor no están para cualquier menudencia ¡oiga!, ellos están para los asuntos verdaderamente importantes del negocio eclesiástico. Tienen una agenda muy apretada. Hay que ser comprensivos. Los caminos del señor son insondables y como bien saben, escribe recto con renglones torcidos.
Será porque el Altísimo continúa de baja aquejado de unas terribles ganas de no dar ni chapa, probablemente una depresión post-parto, porque después de aquéllo del barro y los soplidos se retiró del mundanal ruido. Y yo si supiera cómo ya estaría haciendo lo mismo ¡puñetas!.

domingo, 27 de septiembre de 2009

CRIATURAS INVISIBLES, LA CHICA DE LA CURVA Y LOS CRONISTAS DEL MISTERIO

Hay que ver con qué sutilezas nos aborda el Altísimo y su mundo sobrenatural en ésta nuestra natural forma carnal, pues carne somos y bien que nos duele cuando nos la muerden, ¡puñetas!. Pero ¡Oh divino Amo! tu mundo sobrenatural no deja de mostranos su santa faz por allende nos adentremos en tu vasta heredad, pues hecho sobrenatural sería sin dudarlo ver la imagen del pastor y guía del pecador rebaño de Cristo en sus humildes calzas y sin su más humilde casulla. Humildad que practica con santa paciencia y pía devoción propias de un ángel de tus legiones, primer manípulo, 1ª cohorte, 1ª legión que todo hay que decirlo. Pero no desviemos nuestra atención, del santo guía de la barca ya hablaremos otro día amadísimos y amadísimas. Decía que siempre es gratificante toparse con seres angelicales, con etéreas demostraciones de la gracia y preciosa mano del omnipotente. Destellos que no hacen ni la más mínima justicia a la grandísima luz que derrochan los celestiales reinos del omnisciente.
Pero ese reino tiene, como toda organización que se precie, su gabinete de prensa, pues divina, semejante y graciosa imagen somos de Él. Y como toda prensa tiene sus cronistas y opinadores/as de salón de permanente u barberías en su versión masculina, barras de bar, puestos del mercado, templos permanentes de las tertulias populares. Cronistas del misterio de la preciosísima luz que nos arroban con su inquebrantable fe en el mundo sobrenatural. Pues quién confía en el divino vuelo hacia los cielos y en la reconfiguración de las humanas cenizas y ollejos pepitorios en briosos y lozanos cuerpos en el fin de los días, ¿por qué no va a creer en etéreas formas que se incorporan a tu vehículo en tormentosas noches para advertirte del peligro que corres? ¡No corras papá!, rezaba una castiza advertencia sobre los parasoles de los antiguos camiones Pegaso dos ejes. Bizarra y patria tradición hoy perdida. No del todo. Aún hay esperanza.
Ahí está la chica de la curva para advertirte del peligro que te acecha tras la cuesta de las doblas u otras curvas trazadas como con una cuchara en un pudding por sesudos ingenieros de caminos. Pero el perverso maligno que está oculto esperando a atizarnos con el tridente quiere confundirnos. Y es que hay chicas de la curva, en cada curva de nuestra extensa red de carreteras, primarias, secundarias y “cuaternarias”. ¿Y allende nuestras fronteras? Más chicas de la curva. ¿Y cuando salgamos con diaria rutina al espacio? Más chicas de la curva ó como sea, pues en el espacio las únicas curvas que hay son las del tiempo. Pero vaya usted a saber ¡Ya le pondrán nombre!. ¡Si es que son de ocurrentes!. Ya había chicas de la curva cuando ruedas de carros hollaban los vastos caminos del señor. Entonces no aparecían en impúdico sayo todo sucio y manchado de sangre, sino con hermosos ropajes dignos de una marquesa. Como debe ser ¡pardiez!. También aparecen ¡oh gracia divina! equipadas con ropas modernas, vaqueros, chalequitos y bolsos muy a la moda del más allá. Que es como la del más acá, pero más barata porque allí no hay que pagarlas, o eso dicen. Pero son chicas olvidadizas y se dejan siempre algún obsequio para el conductor, que lejos de amilanarse con aquello de que la chica desaparece, así como el valor de unas acciones, vuelve al benemérito cuartel a buscarla y allí le dicen que la chica en cuestión está con dos metros bajo tierra desde hace un más que venerable número de años. ¡Ostias (con perdón)! Dice el chico y prosigue: -Yo que creía que tenía plan con ésta, con lo buena que estaba, vaya par que tenía y encima tan calladita, que pena. Bueno ¿quién juega hoy manolo? ¡Pon ya la tele!-
Dejemos al chaval sumido en sus importantes reflexiones. Pero es de destacar que siempre es una chica y siempre la recoge un chico caballeroso donde los haya. Hoy son otros tiempos y ya deberían salir también chicos de la curva, ¡ese mundillo fantasma no está con los tiempos! ¿eh pillines?. Otros preguntan que a ver si aparece el Paco que les debía 60 euros.
Y ahí van los cronistas del misterio, a saco. Nuestro muy sevillano Shaggy de Scooby Doo, José Manuel García Bautista, (lo cito porque no se recata en salir donde puede y le dejan), no ceja en el empeño de ver impresas sus crónicas allá y acullá, en papiro, en mármol cincelado, en papel, en digital y hasta en el interior de las puertas de los aseos públicos. No es más que otro, Iker Jiménez, Miguel Blanco y demás fauna pero a escala de nuestra Sevilla del alma. Dicen pero no dicen, no argumentan ni a favor ni en contra, no contradicen ni desmienten, ellos simplemente transmiten lo que un amigo, de un amigo de un primo lejano, de otro conocido lejano y así hasta familares de décimo orden de cosanguinidad contaron en una noche de fuego de campamento, como es el caso que nos ocupa. Lo repiten una y otra vez, hasta que la historia aguante y las orejas del respetable resistan. Son buenos temas de tertulia tras una opípara comilona familiar. De paso se embolsan generosos estipendios del cepillo paranormal con libros de leyendas urbanas, amén del prurito para ver sus jetas y nombres en prensa local y mundillo de la farándula esotérica. Que no es poco en los tiempos que corren, oiga. Y así se labran un próspero presente y futuro. La nueva religión, la nueva verdad. Ahora que las legiones de cristo están de capa caída, crea usted en que hay fantasmas, presencias, luces fogosas y seres del espacio que nos visitan cuál buenos vecinos. En poltergeist, en matrix, en el exorcista, en marcelino pan y vino y lo que te rondaré morena. ¡Que sí, que son verdad! ¡El nuevo paradigma sobrenatural! ¡Que nos ocultan la verdad en películas, ante nuestras narices, incautos! ¿Y la nueva jerarquía? Pues ahí están firmes cuál petrina roca nuestros aguerridos y abigarrados héroes y heroínas que se enfrentan a miríadas de chinches y seres abisales en edificios abandonados para grabar mensajes del más allá. Mentirijillas piadosas para mantener la atención del respetable friki lejos de las pedradas del mundo, de paso no ve lo que debería ver y se obnubila con enanitos, elfos, orcos, carmeles marchantes y belenes esteban. Hermoso y seductor sin duda, pero carente de la más mínima sensatez.

Querido Dios, deja ya la baja que te cogiste después de crear el mundo en siete días (el tiempo divino ya saben es otro tiempo) y pide el alta ya que ¡la cosa está MU mala picha!.
(P.D. os dejo dos enlaces del youtube para ver a éste lince J.M.G.B. en fantasmal y estelar acción)
http://www.youtube.com/watch?v=MvQsZuRBIi8 Canal Sur
http://www.youtube.com/watch?v=GSJvdONQDNw Sevilla TV

lunes, 21 de septiembre de 2009

PREGUNTAS AL BORDE DEL ABISMO

No es por nada pero de vez en cuando, me asaltan las dudas. De humanos es dudar pues somos básicamente el producto de nuestra mente y la duda es un pensamiento. Desde la más tierna infancia uno comienza a pensar, no en vano cuando somos tiernos infantes, tenemos un sentido común más certero de los que pudiéramos pensar. Cuando nos enteramos del enigma "Reyes Magos" comienza a desmoronarse el castillito inflable que nos cuentan. A medida que nos vamos haciendo mayores, vamos destronando reyes, príncipes, duendes y princesas de nuestra propia imagen del mundo y se va quedando lo esencial. Vamos amando la vida cada vez con más ganas, con más fuerza. Nos aferramos a ella con una fuerza inmesurable. ¿Y lo espiritual?. Por eso me asaltan preguntas al borde del abismo, como por ejemplo :
- Si la vida espiritual es tan bella y hermosa, tan gozosa y plena ¿Porqué seguir nadando contracorriente en éste mar tempestuoso de la vida terrena?
Entreguen sus innobles moradas carnales al viaje del Caronte y gozen de los placeres de la vida espiritual a la diestra del altísimo. Un mundo sin prisas, de amor infinito y eterno, sin hipotecas, ni reproches, ni baches, sin tener que juntar para la universidad de los niños, con barra libre permanente, sin tener que pasar la tarjeta por el supermercado (de eso hablaremos otro día, hipótesis de cómo es el gozo en el cielo infinito ¡pardiez!).
Si ese mundo espiritual es tan añorado (eso al menos cuentan las modernas teorías espirituales) desde que aterrizamos en éste mundo de pedradas que duelen. ¿Porqué decidimos llegar aqueste mundo? Pues para experimentar diversas formas de vida y perfeccionarnos como dios, eso dicen. Yo sin embargo pienso, que ya que venimos de la perfección pues somos humo (especie de nube espacial) divino ¿para qué necesitamos perfeccionarnos más?. Que ganas de ser tan perfecto oiga.
Yo que en otro momento fui una criatura angelical digo a los otros ángeles, ¡dejemos ya ésta comedia!, vamos a repartirnos flores, besos, abrazos en angelicales posturas, quítame de ahí esa deuda hermano/a banquero/a y tú hermano/a comparte tu estipendio mensual conmigo, vamos a dejarnos de gaitas, de horarios, de tener que trabajar por necesidad, etc,etc,etc...
Sin más comentarios, pero ¡Ah! es verdad, una vez en la tierra se nos olvida que somos ángeles divinos. Pues vaya gracia y si se me olvida ir en bicicleta para que quiero una.
Todo lo demás es lo de siempre, dios escribe recto con renglones torcidos. Si lo que escuchas no te parece sensato, ni cuerdo, ni de sentido común aplica la FE. La fe es el caballo de Troya que te mete todo lo que lleva en la panza sin preguntas. Cuando te vienes a dar cuenta ya tienes dentro al ejército enemigo y te conquista y no vuelves a preguntar. La Fe es el martillo que golpea todo lo que carece de sensatez, y por ella creemos en hombres y mujeres que vuelan, que abren mares en dos, de una planta que arde y habla, de ejércitos que caen ante una cruz, de seres que caminan sobre las aguas embravecidas, de seres que resucitan y son resucitados (esos si que tienen suerte), de una burra que habla, de buen tintorro que nace del agua, de una sábana santa que es el primer negativo fotográfico de la historia (y los de Kodak no tuvieron narices de hacerlo hasta bien entrado el siglo XX, que torpones), de brazos incorruptos, de monjas que viven en clausura en Soria y se dan un garbeo ocasional por tierras ignotas del nuevo mundo precolombino, de exorcistas legionarios de cristo, de ángelitos regordetes con flechitas de amor. Hermoso y seductor sin duda, pero carente del más mínimo sentido común.
Yo últimamente donde únicamente he podido prodigios de tan vasto poderío ha sido en las películas de Harry Potter. Sin duda alguna no pasará mucho tiempo antes de que alguien crea en san Harry Potter, al igual que ya hay gente que cree en los Jedis como seres semidivinos e incluso alguno se cree un Jedi. Ver para creer. A lo mejor es que dios se ha dado de baja y ha dejado de pasar su graciosísima y preciosísima mano por su viña y el tintorro se le está echando a perder.

domingo, 13 de septiembre de 2009

De cómo se gestiona el rebaño

Vaya de antemano que no quisiera ni por lo más mínimo, ¡vaya! que no se me pasa por la cabeza hacer ironías con aquello del rebaño. Siempre y en todo caso me refiero al rebaño de nuestro divino Redentor tal y como así fue bautizado por el mismo Cristo y por su Santa Mano en los dominios terráqueos. No en vano, en la vasta simbología cristológica abundan por cientos, ¡qué digo!, por miles las representaciones del divino cordero que los publicistas de un famoso suavizante adoptaron como insignia indeleble de su marca. También a esa cabeza visible de la grey cristiana que es el conductor ó chofer de la barca de Pedro se le atribuyen dotes (por gloriosa intercesión, claro) del pastoreo en su más elevada categoría profesional (Ingeniería Omniscientética, Rama Divinoterráquea) (1). Y es que tiene indudable e incuestionable mérito el dirigir tan grande y magno rebaño por las cañadas, veredas, apriscos y pedregosos caminos del valle de lágrimas que con tan graciosa mano creó Dios para su pueblo (el pueblo elegido claro está, en su versión 1 y las posteriores ampliadas). Pero es impresión, de no pocos bien intencionados seres humanos, que el pastor no está ahora en lo que debiera estar. Pareciérase que anda tumbado boca arriba buscando figuras en nimbos, cirros, cúmulos y estratos, sobre la verde pradera en temperatura primaveral, un sol de esos de molicie y con los gorgojos de sus bellas criaturas enrededor, mascando el verde tallo de una florida vinagreta. El Pastor distraído y confiado en que su rebaño pace plácidamente por sus hermosos predios, no en vano, Él mismo los creó para su disfrute (por lo que carecen de cargas, gravámenes hipotecas y demás menudencias). El perro pastor, mano derecha (la mano izquierda anda ociosa jugueteando con la hierba) del amo y señor de aquéstos lares, parece que también anda enredado en la molicie y no vigila con atenta mirada las cabezas de ganado, por lo que ¡claro! quedan expuestas a las adversidades, llámese lobo (tantos años cargando con el mochuelo del maligno a sus lomos, pobre criatura ¡también de Dios!) ó alejarse del rebaño en búsqueda de otros verdes prados. Y digo yo ¿Cómo es que se descarrían tantas ovejas? ¿Es que el perro pastor se ha ido de picos pardos? ¿Es que no dejan de pasar fermosas nubes?. Tan complejas preguntas comportan sesudas disquisiciones teológicas que nos ocuparán otros volúmenes enciclopédicos. Pienso que a lo mejor las ovejas, buscan mejores prados y otras jugosas hierbas ya que el Amo distraído no las conduce a ellos. Empero, nunca hubo mejor escuela de ovejas descarriadas que la propia permanencia en el gran rebaño. Para ello sólo hace falta acudir a los anales del Colegio Oficial de Pastores de divinos rebaños. Se han descarriado tantas, ¿adónde habrán ido? barrunta…El Amo piensa en el tiempo invertido en cada una de ellas, cada una tan diferente a las demás y suspira añorando otros tiempos (aunque el tiempo para el pastor es relativo ¡claro!) en que no tenían ojos para otro Pastor que no fuera Él. El perro discurre en cómo después de tanto organizarlas, de “enseñálas el camino” (laismo castizo), de ladrarles pacientemente guiándolas por acá y acullá desde chiquititas, incluso masticarle a alguna que otra el cachete ó la orejita, ¡Van y se largan!, las muy desagradecidas. ¡Que tiempos aquéllos cuando la grácil mano del Amo flagelaba con singular donaire las fauces y lomos de los carneros y carneras! ¡Bien arreados, como Dios manda! Cuando a su cerebro de perro acuden éstos pensamientos se yergue sobre sus cuatro patas y se apresta a sus quehaceres, corretea entre el rebaño insuflado de una explosiva energía, da cuatro ladridos aguerridos y vuelve luego junto a su Amo, ufano del deber cumplido, le saca la lengua, lo mira y en vista de la escasa atención concitada se recosta de nuevo, ¡esto si que es vida!. Pero se siempre se consuela. Y es que, quién no se consuela es porque no quiere. Se consuela con el resto del rebaño, siempre tan vigoroso, tan paciente, prietas las filas, cómo van de un lado a otro, cómo pastan sin levantar cabeza salvo algún que otro balido de complacencia. Ya están enseñados, piensa el cánido. Mientras todos éstos permanezcan dentro del redil, no está tan mal, ¡mentalidad positiva!. Pequeños y grandes, machos y hembras en feliz y plácida hermandad. El éxito (piensa el perro), está en enseñarlos/as desde corderitos/as. Fuera del redil está el abismo, el despeñadero, el lobo feroz y en otros tiempos también la candela para acabar dando vueltas sobre ella. El miedo. Un siglo, otro y otro (aunque ya vimos antes que el tiempo es relativo para los pastores) conforman el inconsciente colectivo (ver Carl Gustav Jung) y después ya corren, balan y hasta pacen solas. Ya de mayores las ovejas y carneros sólo dedican su tiempo a pacer paciendo ¡que es una necesidad oiga!. Alguna oveja y/o carnero preguntan ¿Y que voy a hacer?. Y el perro les ladra con noble disposición ¡Cálla y sigue paciendo! ¡Y el fornicio sólo para procrear, ¿eh?!. Pues ¡hala, al lío y vámonos que nos vamos!. Y es que el Master del Universo ó Dios después de crear el mundo en siete días, eso sí que tiene faena, ya que si un kilómetro de autovía lleva un año y la reforma de un piso nunca se acaba sobre todo si al amo le da por hacer bricolage, debió quedar tan valdado y harto de pico y pala que se pidió una bajita y en ella sigue (recordemos de nuevo lo del tiempo relativo).
(1) Pues nuestro Señor atesoró en su presencia terrenal además de sus majestades habilidades oratorias, milagreras, pastoriles y pesqueras, las de carpinterías. Qué lástima que santa Elena, la madre de Constantino, no encontró mueble labrado con sus preciosísimas manos. Ahora sería una reliquia con astillas en piadosa venta para medio universo.

martes, 8 de septiembre de 2009

¿ATEO? ¡POR DIOS!

Mantengo a veces encendidos debates sobre la falsísima acusación de mi reciente ateidad y de si mis anteriores costrumbres y mi crianza hacen de éste un contumaz argumento. También me informan de que si habitara en un país de inquebrantables costumbres religiosas no diría lo que digo y como lo digo. Es cierto, lo confieso. Ante todo amo mi tiempo y mis aditamentos corporables de los que tanto disfruto y me enorgullezco. No podría decir lo mismo si viviera en la España de 1940-1974 ó si viviera en la España del Santo Oficio. A éstas horas estaría holgazaneando sujeto a un estricto régimen (en su afección alimenticia) en un patio entre rejas ó colgado en una cabina individual también entre rejas, adornando la cámara de torturas del inquisidor de turno. Pero que le vamos a hacer, Dios quiere que estos sean otros tiempos, y si Él lo quiere pues por algo será. Debeis saber hermanos en Cristo que Él es infalible, omnímodo y todopoderoso y si me quiere osado y lenguaraz, vaya ud a saber porqué. Yo humildemente me pliego a sus insondables designios y cumplo su voluntad como lo haces tú hermano ó hermana, con la misma venerable disposición. Por tanto en sentido literal de la palabra, pues no soy ateo ¡ea!, es más, cumplo con abnegación su santa voluntad. Siguiendo con el argumentario diríase que yo disfruto horadando los bien posados cimientos de la cristiandad. No tema Ud lo más mínimo señora cristiandad que no soy enemigo para vuestra merced, sino todo lo contrario, es más cumplo con diligencia la voluntad del Padre, que es hacer justamente lo que hago. ¿Qué cómo lo sé? Pues como va a ser, pues por ciencia infusa, como los más insignes místicos y visionarios de la verdadera fe que llegaron a ser lo que son, auténticas luminarias y luciérnagas para tantos humildes católicos y católicas. ¿Qué yo no soy un místico? Efectivamente, aún no he flotado ó levitado sobre la cama, pero estoy en ello, sean pacientes y veran como ¡oh divino mirácolo! lo consigo a golpe de sacrificios, ayunos y abstinencias. Si estuviera en país regido por otra religión monoteísta, pues los politeistas a decir verdad son algo más livianos en sus cargas doctrinales, estaría sojuzgado por lenguas trífidas y sometido al mensaje único de la conferencia episcopal de turno. Debería creer en cada epístola dominical como si fueran una verdad inquebrantable, pues si no, ¿qué clase de fiel sería? ¿Acomodado en lo que me place y también en lo que me displace? En fin no empecemos con los sudokus teologales que luego pasa lo que pasa. A lo mejor sería lenguaraz en la medida en que pudiese serlo, quién sabe. Yo siempre aceptaría los designios del Altísimo con humilde y sincera contricción, de Él que por disfrutar de tan alto promontorio puede ver con más claridad en el corazón de todas sus ovejas, incluso de las más descarriadas. Si acaso me azotara con el temible “castiguito del niño Jesús” ó en su versión más severa “castigo de Dios” y me cayera con todo el equipo acabando todo reventado por esos huertos de su propiedad (adquiridos humanamente a golpe de monedas de plata, fruto de la traición más deleznable) pues tendría que fincar de hinojos en su divina presencia y manifestar mi más sincera disculpa por haberle faltado, no sin rogarle que me explicase como hace eso de ser ubicuo. Pero si hasta ahora el Sumo Hacedor en su inmensa bondad no lo ha querido así, pues viva Dios y la madre que lo parió, ¡vaya pantano en el que me estoy metiendo!. Y es que algunos contertulios no admiten que no sea ateo y aunque me esmero en demostrarles todo lo contrario, no lo consigo. Me salen con que si la santa madre iglesia no hiciera esto ó aquello, que sería del mundo. Es verdad que sería de nosotros, ni me lo imagino. Esto sería un caos ingobernable, con cientos, ¡que digo! millones de pobres, hambrientos y desconsolados que clamarían por justicia, guerras, horrores y al final el infierno ¡fíjate tú!. Pero en buena hora el Padre nos concedió una amantísima madre como ella, que tanto vela por nuestra salvación y consuelo en éste valle de lágrimas. ¿Pero no quedamos en que si estaba la santa madre iglesia, esto sería un florido vergel de incontables gracias y dones? Me consuela que hasta el mismo Dios en su versión más humana, tampoco consiguió convencer a sus coetáneos (con todo el empeño que le puso), ni mucho menos a todos los que vinieron detrás y aunque siempre hubo tiempos mejores, anda todo el rebaño desperdigado por valles, montes, playas y remontes perdido en los placeres mundanos. Su mano en la tierra tampoco consigue del negocio el margen diferencial requerido por tan inmensa inversión. Debe ser que el Patrón de la barca se ha cogido una bajita y ha dejado de atender el negocio.