domingo, 11 de abril de 2010

SINE LABE CONCEPTA


Pasaba una cofradía de semana santa, porque a mí me gusta ver procesionar las imágenes en éstas entrañables fiestas populares. Será un poso que me ha quedado de mis antiguas aficiones, pero en fin, que le vamos a hacer. Un nazareno portaba una bandera, una especie de estandarte en el que figuraba una frase, un lema católico de primer orden “Sine Labe Concepta”. Viene a decir, “Sin Pecado Concebida”. Se refiere a la virgen María, la madre del Jesús evangélico. La expresión se las trae, menos mal que la ponen en latín. Sin pecado concebida, quiere decir lo que dice, sin más y en éste caso se agradece la claridad, no como en otras ocasiones. Vamos a ver. Si la virgen María fue concebida sin pecado ¿a cuántas mujeres más, les ha pasado lo mismo? Pues que yo sepa a ninguna. Es decir, que fue la única según las sagradas escrituras, ¡claro! Por tanto, si fue la única mujer concebida sin pecado, el resto de hembras de la historia, las que fueron, las que son y las que serán, han sido concebidas ¡en ese pecaminoso y lascivo acto de ayuntamiento carnal! ¡En pecado!
Intentemos imaginar la escena, un ángel alado aparece en la alcoba privada de María y (ella acostumbrada a ver ángeles no se asusta), en otras versiones llega acompañado de un palomo blanco, (cuantas alas en tan poco espacio) le anuncia que es llena de gracia y se supone que por obra y (de nuevo) gracia, porque no hay detalles más explícitos, queda fecundada en el acto. No hay acto carnal y continúa conservando su virginidad intacta ¡Oh sublime milagro! Lo que hubiera ganado el mundo médico con éste esplendoroso sistema de fecundación, lo digo por las incontables clínicas que se dedican a la cosa esa de la fecundación y que cada año se devanan los sesos en mejorar los sistemas actuales. Pero cuando dios se pone manos a la obra, no tiene obstáculos, ya se sabe. Por tanto María queda fecundada sin contacto carnal (¡qué hermosa expresión!). Al resto de hembras humanas, que yo sepa (y sin mayor conocimiento teológico), no hay otra forma de fecundarlas que no sea con el susodicho contacto carnal, bien en un catre, cama, pajar, era ó incluso en el campo. También se conocen extraños casos de concepciones a través de una reja. Ahora existe la fecundación “in vitro”, pero como la iglesia no la traga mucho, entendemos que la concepción de la madre de cristo no fue de ésta manera.
¿Pero cómo se concibe en pecado? Pues como lo hacemos el común de los mortales, pero ahorraremos detalles, pues no es objeto de éste blog tal enseñanza, aunque si alguien está interesado que pregunte. Y digo yo ¿Porqué pecar es tan bueno para la salud, según los especialistas ahora argumentan? El sexo alarga la vida y es imprescindible para la salud mental. Cosa, por otra parte, que los que pecamos comúnmente y con toda la frecuencia que podemos ya sabíamos, por supuesto. Eso es lo que se llama también ciencia infusa, pero popular, no la confundamos con la otra ciencia infusa por la cuál algunos vienen con la Summa Teológica implantada en el chip al arrivar a aqueste mundo pecador.
Pecar para la iglesia es algo objeto de reprobación y sólo se admite su limpia en el confesionario, aunque ya no va nadie a confesarse ¡Qué pena más grande! ¿Ya no quedan pecadores/as? ¡Cómo cambian los tiempos!
Ahora nos resulta hasta grotesco, pero aún muchas mujeres viven con ese pesado software insertado en su cabeza, lastrando lo que podía haber sido una vida libre de prejuicios y de perjuicios, por algo tan simple como el “Sine Labe Concepta”. ¡Casi ná! O sea que ayuntarse con el marido ó la mujer, aunque sea para concebir hermosa descendencia es una indecencia, es pecado porque hay contacto carnal, ¡Qué sutil pensamiento! Y ya no te digo nada si te ayuntas ó amancebas sin que haya un matrimonio canónico de por medio ¡Pecadores, pecadores! No hay escapatoria.
¿Qué les pasa a los presbíteros con la virginidad? ¿Qué les turba? La virginidad ha causado estragos en los anales religiosos, millones de mujeres han sufrido castración de su libertad. ¿Porqué? Porque perderla sin cumplir los estrictos rituales eclesiásticos, era y es para los acólitos una vergüenza pública. Las que pecaron tuvieron que llevar el “sanbenito” de ser madres solteras, marcadas por el oprobio y por unos valores tan absurdos que por muchos esfuerzos que hagamos no nos entran en la cabeza. La moral católica que es asín, sentencia aquél.
El libertinaje para la iglesia es como un subproducto de la libertad con mayúsculas. Cuando se goza del éxtasis del sexo en libertad se incurre en libertinaje, que es como una retorcida y torticera subversión de todo lo bueno. ¡Míralos ayuntados como bestias! Pero Padre, ¡Mire que bien se lo pasan! ¡Cálla y no mires, no seas indecente! Casi era mejor pecar que caer en el libertinaje (dicho alargando la jota queda muy bien, como un notable inquisidor). Había que ir sin mácula al matrimonio. Por eso la virgen es la inmaculada concepción, es decir, concebida sin mácula, sin pecado y volvemos al principio.
Cuantas responsabilidades y obligaciones sobre las espaldas de la mujer. No debe provocar el pecado (en la pura cabeza del varón), ni por supuesto pecar. Ir virgen e inmaculada hasta el matrimonio y luego peca que te peca, pero sólo con el noble fin de concebir descendencia.
A estas alturas, ya no sé si estoy pecando ó no cuando me ayunto con mi mujer ó incluso cuando pienso en hacerlo. ¿Alguna vez me importó? Je,je,je. ¡Pues no! Es que éste carajal no hay quién lo entienda, por eso hacemos lo que más nos conviene a la salud que es darnos un gusto cada vez que podemos ¿ó no? ¿Y lo del examen de la virginidad? Eso se lo dejaremos a los de la insolación en la cabeza…
¡Dios sal de tu inacabable baja y mézclate entre nosotros para darnos un cursillo homologado por la UE sobre eso de concebir sin pecado!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que partes de una premisa errónea: la Inmaculada Concepción (sine labe concepta) hace referencia al pecado original de Adán y Eva, no a la virginidad de la madre de María.

Juan Hernández Zaro dijo...

Pues no sé, a lo mejor. Pero si afecta al pecado original...entonces ¿Fue la virgen María concebida en pecado, ó no? Sus padres se ayuntaron y ¿no la concibieron como a todo hijo de vecino? Y el angel anunciador ¿no la llamó sin pecado concebida? Después de parir al niño Jesús, ¿continuó siendo virgen?. ¡Ay Válgame! que no me aclaro. Pero gracias por la aclaración en éste complejo enigma de la concepción sin pecado.

Anónimo dijo...

El pecado original no tiene nada que ver con ayuntarse o no.

Juan Hernández Zaro dijo...

Pues de nuevo no lo sé, como habrás podido deducir me muevo en la duda más absoluta, aclárame por favor ¿el pecado original en qué consiste? ¿en comerse una manzana ó en departir con una serpiente? Yo creo que llevo el pecado original a cuestas porque cada día practico las dos cosas. Por lo que me dices la siemprevirgen María nunca comió la manzana del árbol del conocimiento, de eso se libró porque esa especie de árbol no figura en la arbórea clasificación de los jardineros/as. Tampoco charló con la serpiente ¿pero es que estaba allí y nadie lo sabía? Porque a menos que lo diga otro libro allí la única fémina presente era Eva. En fin, que complejos enigmas surgen cuando parece que todo estaba claro. En cualquier caso gracias por el esfuerzo, es gentilmente bienvenido.