martes, 16 de febrero de 2010

TEORIA DEL MUNDO SIMPLE


La idea de la no existencia de Dios plantea sólo un problema, que es el siguiente : ¿Quién puñetas ha creado todo esto?
Todas las demás preguntas están resueltas con más ó menos lucidez por la Ciencia, desde el big bang ó nacimiento del Universo hasta su funcionamiento, pasando por el mundo microscópico y hasta por la teoría de la evolución de Darwin, es decir de dónde venimos los seres humanos. Hay miles de cosas por descubrir, pero algún día tendremos explicación para ellas si conservamos la curiosidad natural del ser humano. Incluso con los nuevos descubrimientos puede que cambiemos nuestra concepción del mundo y del universo, como sucedió al pasar de los conocimientos de Newton a los de Einstein ó a los de la Mecánica Cuántica.

Sin embargo la existencia de Dios plantea tantas preguntas y reflexiones, que han dado, dan y darán para rellenar bibliotecas y bibliotecas del tamaño de la mítica Gran Biblioteca de Alejandría de Ptolomeo I (de la que Tito Livio cantase sus maravillas). Y si no, ahí están La Biblia, El Corán, El Talmud, y todos sus complejos reglamentos de desarrollo con sesudas interpretaciones, teologías, disquisiciones, etc, etc, etc. Todo eso sin contar los innumerables libros de filosofía (que sería la filosofía sin la duda de la existencia de Dios).
Si consideramos que existe un ser creador, cada uno/a de nosotros/as puede formular un buen número de preguntas como : ¿Porqué es así el universo? ¿Porqué dejarnos al libre albedrío de la cruel selección natural? ¿Porqué la muerte? y ¿Porqué la muerte innecesaria de inocentes? ¿Porqué la injusticia y la guerra si venimos a vivir su "Amor"? ¿Porqué la imagen de Dios es un ser crucificado? ¿Qué es la santísima Trinidad? Podríamos continuar “sine díe”. De éstas reflexiones algunos y algunas viven religiosamente vendiendo humo, vendiendo un frasco vacío, bellamente decorado, pero vacío.

El famoso principio de la navaja de Occam (también Ockham), es un principio filosófico que afirma que son preferibles las teorías más simples, a las más complejas y las que presenten menores axiomas (principios no demostrables) a las que presenten más. Ahora considerando la teoría de la existencia de Dios y por otra parte la de la inexistencia de Dios, ¿Cuál de las dos teorías produce menos problemas? ¿Cuál de las dos teorías es la más simple? ¿Cuál es la que genera menos axiomas ó menos nuevas preguntas? Está muy claro, la de que Dios no existe.
Si Dios existe, se generan muchas preguntas, muchos más problemas añadidos. Si Dios no existe, sólo se plantea una pregunta (la que abre éste artículo). Por tanto, según ésto, no existe una mano creadora y no existe nada absolutamente absoluto. Es tan compleja la explicación de lo absoluto, la comprensión de Dios, que según el principio de la navaja de Ockham, no debe ser admitida como válida. Gran servicio ha prestado el fraile Guillermo de Ockham a la historia de la humanidad, pues conforme a éste principio hemos desechado las explicaciones más absurdas y las hemos sustituido por las más simples, consiguiendo con ello evolucionar.

¿Eso hace el mundo mejor ni peor de lo que es? Ciertamente no. Lo hace más claro, más diáfano, más simple, más verdadero y también más barato, porque así no hay que sostener a la casta sacerdotal. Su trabajo puede ser sustituido por el de la sicología (ya lo hace de hecho), ya que al fin y al cabo, comparten el consuelo del desconsolado/a.
Los valores humanos, los valores universales como la solidaridad, la paz, la libertad, la justicia, el respeto y otros muchos, siempre los hemos conseguido los seres humanos sin intervención divina. Y continuaremos haciéndolo, siempre que haya gente que quiera hacerlo. A los creyentes simplemente les propongo un experimento. En situación de absoluto relax, supongan simplemente y por muy extravagante que parezca, que Dios no existe. ¿Ha cambiado en algo práctico su vida?

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