domingo, 18 de octubre de 2009

JESHUA EL CHRISTOS


Abandonaré el tono que ha presidido mis anteriores sermones doctrinales para mostrar quién fue en verdad el Maestro de los primeros seguidores, también llamado Jesús el Cristo y con posterioridad Jesucristo, que así se economiza en el lenguaje.


Sobre la figura de Jesucristo existen escasos datos históricos, si por históricos podemos considerar los obtenidos a la luz de crónicas contrastadas científicamente. En primer lugar alguno/a se preguntaran, ¿Entonces los Evangelios, no son verdad? La ciencia histórica no los admite como tal ya que en el mejor de los casos fueron escritos entre 50 y 70 años después de la muerte de Jesús por personas que ni siquiera lo habían conocido. Fueron escritos además por fieles y adeptos al culto que ya entonces se configuraba, aunque durante los primeros años de vida el cristianismo se consideraba una secta ó escisión del judaísmo. Pensemos en tantos de los muchos credos y escisiones que se producen en la religiones que compiten y se baten el cobre por un espacio en el frondoso mundo divino, ¿no buscan los adeptos ensalzar al creador de su fe? Para ellos es portador de la única verdad y hacedor de hechos sobrenaturales. Hay millones de ejemplos. Por eso la ciencia histórica no puede dar visos de credibilidad a unos textos escritos por los fieles que además están extendiendo su credo por nuevos lugares, como para el cristianismo fueron Grecia y Próximo Oriente ó incluso Roma. ¿Cómo es posible que no hubiera nada escrito durante los hechos de Jesús en vida si fueron tan sobrenaturales? Tuvieron que pasar de dos a cuatro generaciones para ponerlo negro sobre blanco, ya que entonces el cristianismo comenzó a tener conciencia de su situación como una nueva fe escindida del judaísmo y las magníficas expectativas que generaba en el mercado de las ideologías. Tuvieron que pasar además cuatro siglos para que Jesús fuera proclamado en el concilio de Nicea, hijo de Dios, ya que en un principio no lo era. Vemos pues como la extensa mano de la Iglesia ha ido configurando la imagen de un hombre, cuyo nombre y hechos han sido convenientemente manipulados a los fines perseguidos. ¿Los fines? ¡Pasen y vean el maravilloso mundo del circo!

Jesús en el origen de todo fue un hombre que rechazaba la ocupación romana, incluso hay estudios que lo relacionan con los zelotes. Los zelotes eran el equivalente a lo que hoy conocemos por revolucionarios que guiados por el Dios judío y su hambre de justicia luchaban por todos los medios para expulsar a los ocupadores romanos. Otras fuentes lo relacionan también con una corriente ó secta judaica llamada los esenios, que buscaban la pureza de la fe, la esencia del mensaje divino, muy alejada de los lujos faraónicos de Ratzinger Z y su corte.

Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿Qué testimonios históricos existen sobre Jeshua el Cristos (que no Jesucristo) ?

1/ Flavio Josefo (siglo I d.C.) Se considera un testimonio no cristiano, por lo cuál se le dota de mayor objetividad histórica. Aunque hay autores que dudan peligrosamente de su autenticidad. ¿Ni a éste nos vais a dejar bellacos? Lamentan algunos purpurados cardenalicios. Flavio fue un judío con ciudadanía romana. Además se considera que en sus “Antigüedades Judías” de donde procede el texto aquí reflejado, ensalza a su pueblo, el judío. Leamos lo que dejó escrito Flavio sobre Jesús, tras algunas depuraciones en la traducción (año 85 d.c.) en el llamado “El testimonio Flaviano” (Ant, 18, 63): “En ese tiempo vivía un sabio llamado Jesús, reputado por su manera de actuar y su virtud. Muchos de los judíos y muchos de entre las otras naciones vinieron a él. Pilato lo condenó a morir en la cruz. Pero los que le habían seguido no dejaron de ser fieles a su pensamiento. Ellos contaron que tres días después de haber sido crucificado se les había aparecido, y que estaba vivo. Quizá era, pues, el Cristo del que los profetas anunciaron muchas cosas admirables”. Nada de los evangélicos hechos sobrenaturales y lo que comenta sobre la resurrección lo relativiza en los testimonios “ellos contaron…” y a un lacónico “quizás era…”. Volvemos entonces a la verdad revelada en los evangelios canónicos. Vamos, que no se moja. Insistamos además que los textos proceden de piadosos amanuenses de los que puede suponerse un fervor incondicional por los colores. Algunos autores “dogmáticos de la duda razonable” no dan validez a éste primer texto por su milagrosa similitud con los textos evangélicos y su estructura en cuanto al discurso planteado. Pero ahí están. Es lo que hay. En las Antigüedades Judías existe otra referencia al Cristo (Ant 20,200) con menos dudas sobre su verosimilitud: ”Anás convocó a los jueces del Sanedrín y trajo ante ellos a Santiago, hermano de Jesús, llamado el Cristo y a algunos otros. Los acusó de haber violado la Ley y los entregó para que lo lapidaran”. Aporta hechos sin opiniones y por tanto más objetivo que el anterior.

2/ Plinio el joven (gobernador romano de Bitinia del primer decenio del siglo II d.C.). En una de las cartas dirigidas al emperador Trajano (Cartas 10, 96) informa sobre la situación en la zona y escribe que el cristianismo ha sufrido una importante expansión en las zonas rurales. Los seguidores de Cristo se negaban a orar al emperador y a hacerle ofrendas, ni bajo amenazas. Cantan en grupo himnos a Jesús al que consideran como su Dios. Juran no actuar contra nadie, no defraudar, no engañar, no adulterar, no robar. Comparten la comida. Hay mujeres en puestos de responsabilidad.
Lo que ha llovido desde entonces en el rebaño de Cristo. Vamos, que está desconocido.

3/ Tácito en sus Anales (ca 55-ca 117) hace mención a las persecuciones de los cristianos por Nerón, tras el incendio provocado por éste último. En el texto refleja: “Cristo que había sufrido la pena de muerte bajo el reinado de Tiberio, tras haber sido condenado por el procurador Poncio Pilato.” Habla de los cristianos como secta. Por cierto que, según los datos expuestos por Tácito la fecha probable de la muerte de Jesús está datada en el 29 d.C. Si sabemos, según dicen, que vivió hasta los 33 años (la edad de Cristo), restemos para saber que vivimos 4 años por delante de la verdadera cuenta, si nos atenemos al año cero como el del nacimiento, claro.

4/ Suetonio, protegido de Plinio el Joven. En su obra, Vida de los 12 Césares (ca 70-ca 122 ó 126) acerca de la expulsión de los Judíos de Roma bajo el emperador Claudio, (el de Yo Claudio), escribe: “Claudio expulsó de Roma a los judíos porque, instigados por el Chrestos, no dejaban de provocar desórdenes.”
De nuevo nada de milagros, ni poderes sobrenaturales.

5/ En el Talmud judío. Aunque existen ciertas dudas especialmente entre los exé-jetas cristianos al respecto. Dice un testimonio del Talmud: “Colgaron a Jeshu la víspera del Pesaj (pascua judía)…Éste (refiriéndose a Jeshu) sale fuera para ser lapidado porque practica la hechicería y ha seducido y dividido a Israel…Ula dijo: ¿Crees entonces que fue uno en cuyo favor no pudo aducirse nada?. Fue un seductor y el Todo Misericordioso dijo: “No le perdones ni le encubras”. Pero con Jeshu se actuó de otro modo porque simpatizaba con el gobierno. Cinco discípulos tuvo Jeshu: Matai, Nakai, Nezer, Buni, Toda.” De nuevo lo único fiable descontando las opiniones, es que existió un hombre llamado Jeshu y que fue ajusticiado. Nada de nuevo de hechos sobrenaturales, milagros, ni nada por el estilo.
Tras los datos expuestos y no hay más que no sean no-cristianos, algo no deja lugar a dudas. Existió un hombre llamado Jesús en la Judea del año -4 al año 29. Fue condenado por Poncio Pilato y ajusticiado, ni siquiera sabemos si fue realmente crucificado salvo por el más que dudoso texto de Josefo. Bueno al menos podemos dudar del hecho. Pero de lo que no hay lugar a dudas es que de milagros, hechos sobrenaturales y demás piadosas invenciones, pues nada de nada. Ese es Jeshu el Christos.

Ahora a la luz de los datos:

1/ ¿Por qué si hubo un hombre que realizó tan prodigiosos hechos, éstos no tuvieron reflejo en ninguna crónica de la época? No dudo que ya entonces, habría corrillos en los mercados, en las panaderías, en las barberías y que también habría cronistas que manuscritaban papiros ó cincelaban vistosos mármoles de Carrara con hechos insólitos. Seguro que habría contadores rurales de historias que de pueblo en pueblo relatarían los asombrosos y singulares hechos. Con anterioridad a Jesucristo existían hombres que habían provocado admiración, como Alejandro Magno, los Faraones-dioses, etc, etc. A ninguno se les compusieron odas sobrenaturales de tan frondosa imaginación. Todas sus acciones eran humanas y muy humanas. Hechos fantásticos sin embargo sólo nos llegan a nivel mitológico.

2/ Dos resurrecciones sin contar la propia de Jesucristo, una ascensión a los cielos, conversión de agua en vino, una multiplicación de panes, curaciones de leprosos, ciegos, discapacitados físicos, expulsiones de demonios, pegado de orejas y muchas más ¿cómo es que no tuvieron eco en las crónicas sociales en el mismo instante en que se producen?
3/ ¿Si Dios lo puede todo y lo sabe todo, no podía habernos dejado las cosas atadas y bien atadas? ¿ó al menos más claras para no dudar?
4/ ¿Por qué en otros ámbitos de la vida no dudamos en poner incluso nuestra vida en manos de la ciencia y de las pruebas científicas y en ésto no? ¿ Que pasa entonces a la luz de éstos datos que contradicen la fe?. La fe molinera no deja lugar a dudas. ¡Cree! que tiene menos inconvenientes que no creer. Así es mejor que andar ahora removiendo el potaje, cuando asienta sabe mejor.

Dios tú que todo lo sabes y conoces y desde la humildad que me da estar aquí abajo penando en aqueste valle de lágrimas. Envíanos aunque sea un papiro ó un marmolito en donde podamos escudriñar y contrastar con mayor detalle los piadosos y milagrosos hechos evangélicos. Ponte a trabajar ya y deja ya la pertinaz baja, que tampoco debe ser pa´ tanto que aquí no dejamos de comernos el tarro con éstas y otras canallescas cuestiones que socavan nuestra fe.

2 comentarios:

esninger dijo...

Saludos.

Siempre me ha resultado curisos cómo algunas personas, los curiosos hombrecillos de la Ciencia, que van de humildes y sencillos (falsamente)por la vida, se ven en la obligación constante de decirle, nada menos que al mismísimo Dios, cómo debiera hacer las cosas. Siempre con los topicazos, bromitas, ironías y demás mejunje, para que todo quede bien clarito. Por supuesto, con la consabida dosis de autosuficiencia nunca aparente, que no se diga. Sobrados, vamos.

En un constante ejercicio de soberana estupidez, si se me permite la expresión. Cuidado, hablo de un "ejercicio de estupidez", nadie se me ofenda ni me atribuya insultos hacia su persona que jamás pronuncié.

Porque, veamos: si resultas cierto en tu creencia de la no existencia de Dios, resultará que estás hablando sólo; criticando la nada, calificando lo que no es, atribuyéndole comportamientos y dialogando con... ¿quien?
Pero, si por otro lado estás en un error, ¿qué narices estás diciendo, hombre?

Así que me divierte esa postura, pero por más que lo intento no consigo entender nada. Acepto mi limitación, faltaría más. Los supuestos ateos cientifistas que se pasan la vida "Dios esto y Cristo lo otro" me resultan fascinantes pero incomprensibles.

Saludos

Juan Hernández Zaro dijo...

Hola Esninger, ante todo gracias por dejar tu opinión, la que acepto con el máximo y venerable respeto.
Al parecer y por lo que deduzco de tu comentario, dile al Altísimo con el que parece tienes tarifa plana, que nos aclare más (si cabe) las cosas mundanas y nos deje ver la acción de su mano hacedora. No le atribuyo comportamiento alguno, ni personalidad, ni le dedico nada más que elogios por hacer de la nada un frondoso vergel del que manan tan gloriosos y divinos dividendos. Por cierto que Dios eres tú, soy yo y somos todos los que cada día le damos vida. El único Dios que existe es el hombre. Hemos creado a Dios para meter dentro todo lo que aún no tiene explicación y te agradecería de todo corazón, que si tienes otra evidencia me la hagas saber. De verdad, me harías el ser más feliz del Universo. Por lo demás y con respecto al artículo de Jeshua el Christos, si tienes otro dato que no haya aportado en él, pues también te lo agradecería. ¿Por qué? Pues porque Dios debiera en su altísima majestad aparecer con una sola cara en el mundo, pues si todas las caras son la buena, ¿Porqué tantos credos, tantas confesiones? El lugar que vaya ocupando el conocimiento lo dejará de ocupar Dios. Así ha sido desde que comenzamos a mirar al cielo preguntándonos por lo que era un rayo, una tormenta y demás.
Y no se me ofenda tampoco, pero es una pamema creer en resucitados, seres voladores alados y demás figurantes celestiales y de nuevo le suplico que si encuentra alguno, me lo enseñe. A los feligreses de cada confesión les parece mentira lo que dicen los de la acera de enfrente y algunas veces para solucionarlo, les dan una pedrada. La pedrada duele. Eso es una evidencia, el resto es buscar salidas para lo que es en realidad el mundo.
Los "hombrecillos de ciencia" y no me considero tal, no creo que vayamos de más humildes que quién despotrica de los incrédulos por no creer en algo increíble. Nos vemos en la obligación de publicar a voz en grito la "buena nueva", deja tus ataduras mentales y renace libre de ellas. Fuera no está el maligno, sino todo lo contrario, la admiración de la belleza en todas las cosas del mundo tal y como son, sin aliños. Ironizamos, porque es lo que nos permite nuestra mermada inteligencia.
Y para concluir te he de reconocer que me pareces igual de fascinante e incomprensible, pero digno del mayor de los respetos como persona.